viernes, 1 de mayo de 2009

¿De que soy capaz por estar contigo?

Pues de no mucho. Porque no es mucho lo que tengo para dar. En realidad es muy poco. Pero ese poco es para ti. Nada más para ti. Tal vez solo compites contra los que me han conocido desde que nací y a los que vi nacer.

Soy capaz de trasladarme más de 120 km tan solo para decirte “hola, como estas”. Cada vez que te veo es como si te viera por primera vez. No, no me canso de verte, oírte, olerte. Técnicamente llenas mis sentidos. ¡Y cuando te beso! ¡Qué feliz me siento! Todo mal humor se conjura, el mundo por arte de magia se vuelve un mejor lugar. Así que debo seguir besándote, para que el mundo siga mejorando día a día.

Nada, ni la misma influencia porcina, AH1N1, me puede detener. Solo tú puedes marcarme el alto. Pero no lo hagas, por favor. Cúlpame a mí por cada beso que te robo, yo me hago responsable por cada beso que a ojos de nuestra relación es prohibido. Yo cargo con todo “el qué dirán”. Pero no me niegues la caricia de tus labios. ¡Y no hablemos de tu lindo rostro!

No me crees, pero eres tú y solo tú la elegida, la única, la perfecta. No necesito buscar más. Dices no saber qué pasa con tu vida. Yo te digo: yo sí sé. Quédate a mi lado. El tiempo dará su veredicto final, inefable, impostergable. Mientras quedémonos juntos, así nada más.

2 comentarios:

El Signo de La Espada dijo...

puchas, te quedó más chingón que el que yo le dediqué a mi Azul María

lavega dijo...

No, como crees? El que dedicas a tu Azul Maria es mucho mas completo. Se ve que te trae arrastrando la cobija. A poco no es bien chingon estar enamorado, y ser correspondido?