Llegué, como casi siempre, llego,
enfocado en lo que voy a hacer. Ensimismado en mis pensamientos, no lo vi
venir.
O mejor dicho, no me llamó para
nada la atención. Si venía o no, era lo mismo.
Hasta que me encaró.
-
- ¿Por qué te haces wey[1]?
-
- …
-
- ¿Eh?
Mi amigo, el mecánico, realmente
estaba enojado conmigo. Comencé a realizar una rápida evaluación de su
comportamiento, de su semblante. No se ve que esté tomado o drogado, tiene como
una semana que no había ido al taller, hasta donde alcanzaba a recordar, todos
los trabajos realizados ya habían sido cubiertos (monetariamente).
Tal vez tenía el equivalente a la
menstruación en los hombres. No se me ocurrió una mejor explicación. Antaño, me
hubiera enfrascado en una discusión coloquial.
Pero no, uno aprende de situaciones
pasadas. Si no aprendes del pasado, eh, pues, pobre de ti.
Así que armándome de paciencia,
le espeté:
-
- No entiendo tu molestia
-
- …
-
- ¿Por qué no me has pagado?
-
- …
Supongo que mi cara de
incredulidad y total desconocimiento de la situación era tan evidente, que mi
amigo, el mecánico, suspiró profundo y comenzó a reflexionar.
-
- No te avisaron… Vino tu coche, traía unas
mangueras rotas y fugaba agua
-
- Ya lo reparé, pero no me has pagado.
- -
… Ya veo…
-
- Mira cabrón –le dije, ahora el molesto era yo-
-
- Si no me pones en contexto de las cosas, no nos
vamos a entender y vamos a tener situaciones que no tendrían por qué
presentarse
- -
…
Ahora mi amigo ponía esa cara que
tiene cuando no entiende de qué estamos hablando. Como ya lo conozco y siendo
tan directo como soy, le dije:
-
- A ver, que es lo que no entiendes
-
- Tus pinches palabritas domingueras
-
- ¿Uh?
-
- Sí, ¿Contes qué?
- -
Ah. Contexto. Dije, si no me pones en contexto
de la situación, no nos vamos a entender. Como ahorita. Además, cuales palabras
domingueras. Que no las utilices, es tu problema, no mío
- -
Puto…
-
- Por ejemplo, las feminazis[4]
tienden a atacar a Nietzche, catalogándolo como machista misógino, es decir,
que odiaba a las mujeres. Y lo dicen porque hay una frase en el libro “Así habló
Zaratrusta” que dice: ¿Vas con mujeres? No olvides el látigo
- - Contextualizar en este caso, quiere decir que
hay considerar lo que escribió antes y después de esas pocas palabras. Reducen
el pensamiento filosófico de Nietzche a 7 palabriatas no domingueras y lo
catalogan de misógino
-
- También, si se contextualiza el evento en la
línea de vida de Nietzche, vamos a encontrar la posible explicación de lo que
quiso decir con esa frase
-
- Ah… aun así eres puto
-
- Jajajaja –No puedo evitar reírme con la
facilidad que tiene este mecánico iletrado para aligerar una situación
escabrosa
-
- A ver. Ya te dije la frase ¿Es o no misógino el
señor Nietzche?
- -
…
Para mi sorpresa, se tomó un par
de minutos para responder. Era evidente que sus neuronitas estaban haciendo sinapsis.
No podía volver a quedar como un tonto ante mí. Eso pensaba, mientas lo
observaba pensando.
-
- Pues depende…
Mi sorpresa iba en crescendo. Espera
una afirmación o una negación sobre si Nietzche era o no misógino. Y sobre esa
respuesta iba a continuar mi aleccionamiento banquetero de la filosofía de
Nietzche. Pero ¡Oh, Dioses del olimpo! Puede que la humanidad aun tenga
esperanza
- -
¿Depende de qué?
- -
De quien traiga el látigo
- -
…
- -
Puede ser que se refiera a que te cuides cuando
salgas con una mujer del látigo que ELLA trae consigo (el énfasis es mío,
aunque la inflexión de voz me dio la pauta). O puede ser que tú seas el que
lleve el látigo. Y entonces ahí si es uno de esos que odia a las mujeres
La verdad que no esperaba este
razonamiento. Es evidente que mi amigo, a pesar de lo que puede estimarse de un
mecánico que a duras penas lee los periódicos de nota roja, es una persona
inteligente. Cuando quiere.
- -
Bravo. Así es, veo que ya entendiste lo que
significa la palabra contexto. También apreció que no eres tan pendejo como
aparentas.
- -
Joto…
- -
Efectivamente. Nietzche estuvo enamorado y
friendzonado por una escritora llamada Lou Andreas Salomé. Hay una foto histórica donde sale Nietzche, otro wey escritor que no me acuerdo como se
llama (se llamaba Paul Rée por si le interesa al estimado lector) y la rusa.
Ella va montada en una carreta, que va siendo “jalada” por Nietzche y el otro
wey y Lou lleva un látigo en la mano. Muchos estudiosos de Nietzche concuerdan
que esa frase está inspirada en esa foto
- -
…
- -
Bueno, regresando a nuestro asunto –me dijo mientras se rascaba
la cabeza y miraba al suelo- Contextualizándolo, vete a la chingada
- No pude reprimir una franca,
escandalosa y larga carcajada, a la cual se unió, mi amigo, el mecánico.
- -
¿Ves, cómo es bonito usar palabras domingueras? Hasta se siente bonito que a uno lo manden a
la chingada utilizando frases como la que dijiste
- -
Es más, solo te falta tener un monocular, un
sombrero de copa y un traje para que te parezcas al mono ese del Monopoly –terminé
sentenciando- Porque chaparro, calvo y viejo ya estás
-
-
Jajajaja –más risas-
-
-
Ponte a leer, a pesar de tu alcoholismo, todavía
tienes neuronas funcionales
-
-
Huevos, puto
Ojalá y la gente se pusiera a
leer. Ojalá.
Por si les interesa, ya le pagué.
[1]
Wey, derivado de buey, es una forma de referirse a una persona. Dependiendo de
la situación, puede o no tomarse como un insulto
[2] Insulto
hacia una persona; es como referirse a alguien como tonto, pero en grado
superlativo y aparentemente en consciencia de ser así, pero sin querer mejorar
[3]
Sinónimo de gay, aplicado a los hombres. Cuando se utiliza en femenino, la connotación
es más bien de prostituta
[4]
Mujeres y hombres obsesionados con la igualdad de género, pero desde una
perspectiva revanchista. Tengo la teoría que en el fondo son androfóbicos