viernes, 29 de junio de 2012

Elecciones presidenciales México 2012

Este próximo domingo 1 de Julio de 2012, se presentará un nuevo desafío para la sociedad mexicana. Inmersos en una falta de gobierno y violencia, cortesía de la ultraderecha mexicana, en su versión panista, muchas personas cifran una esperanza en que la “izquierda”, después de muchos años, por fin obtenga la presidencia.

Y entrecomillo la palabra izquierda, porque si se analiza con detenimiento, esa izquierda es más bien una antología de personajes e ideales. Bueno, no una antología, más bien un aglutinamiento espantoso. La sombra de Manuel Bartlett es el modelo prototipo de lo que quiero dar a entender. El señor de los sistemas caídos ahora es un paladín de la izquierda mexicana. Ja.

Sin embargo, este embate de una izquierda que sólo lo es de nombre, es la mejor opción, según mi opinión, frente a las otras propuestas de “gobierno”. El PRI presenta una seria amenaza de retomar el poder, representado por Enrique Peña Nieto, es la viva imagen de aquello que el señor Fox sacó hace ya 12, sí, 12 años. Hoy, ese mismo señor que prometió sacar a patadas a las víboras y tepocatas de la presidencia de la república, está haciendo todo lo posible, por, nuevamente a patadas, regresarlas al sancta sanctorum de la política en México.

Por otra parte, la derecha, ultra, actual gobernante de este país bananero, se perfila a recibir su dosis de castigo popular: tiene mucho que pagar y la sociedad se lo cobrará donde más le duele, en la selección de políticos. No, si los jodidos también votan, que ni que. De mi parte, les reconozco esa eficacia/eficiencia que los ha caracterizado, hicieron una devastación que superó al propio PRI, pero en menos tiempo.
Creo que si hubieran colocado a Santiago Creel, hubieran tenido más oportunidad. Pero se decantaron por la opción “diferente”. Voten por mí, porque tengo faldas, soy mujer. Valiente argumento. Si yo fuera mujer y feminista, me declararía anti josefinista. Pero en lugar de eso, soy hombre y machista, y dada mi tendencia a la exageración me declaro anti panista.

Quienes hayan leído entradas mías previas, con respecto a esto de las elecciones, saben que mi tendencia es a favor del candidato de las izquierdas. No quiero nombrarlo porque ya tiene muchos seguidores, y sinceramente no me considero uno de ellos. Reafirmo mi convicción de que lo considero no el mejor, sino el menos peor.

Yo, como muchos mexicanos, no confío en el trabajo del IFE, el cual se ha visto rebasado desde que tengo memoria. Nada contundente hizo cuando fue el fraude de hace 6 años, nada hizo con las campañas de odio y denostación que en gran parte inundaron los medios (de todo tipo) de comunicación.
Considero que hay una leve esperanza de que estas elecciones sean transparentes, porque fuera de las votaciones que encumbraron a la zorra, no ha habido otras elecciones así de transparentes. Esa esperanza es el hecho fortuito, que no fue considerada en algún plan maquiavélico para controlar al populo, y ese hecho es el conglomerado de jóvenes del movimiento 132. Curioso, nuevamente los jóvenes se echan al hombro tal responsabilidad.

Supongo que es una característica innata e intrínseca de la juventud. Quizá por que actúan más de corazón que de consciencia, quizá porque la juventud les dice que no puede ser que vivan el resto de su vida en medio del miedo y la desolación, quizá porque es más desmadroso (y divertido) el asunto de hacerla de pedo al sistema, que alinearse al mismo.

Ya lo había indicado en una entrada anterior, considero que el punto de quiebre que le eche a perder los planes al candidato del PRI, fue lo que pasó en la Universidad Iberoamericana. En ese lugar, es donde se fraguo el mentado movimiento estudiantil 132. Curioso que haya sido en una escuela de paga, de las más caras y exclusivas del país, donde estudiaron, entre otros “notables” Vicente Fox Quesada, Gabriel Quadri y la misma Josefina Vázquez Mota. Curioso.

Curioso que el nacimiento del 132 se debió al mismísimo Enrique Peña Nieto. Si en lugar de regresarse a contestar, muy al estilo Díaz Ordaz, se hubiera retirado, como ya estaba acostumbrado, nada de esto habría surgido. Curioso.

Y así, con muchas curiosidades es que la sociedad mexicana se va desarrollando. El único impedimento al desarrollo, bueno, malo, exitoso o deficiente, es la muerte. Y eso aplica a las sociedades. Y la sociedad mexicana, por lo mismo que es joven, está llena de vida. Somos (bueno, los jóvenes mexicanos) un reservorio de posibilidades y proyectos exitosos. Espero, que dejemos de ser posibilidad y nos convirtamos en realidad.

¡A votar este próximo 1 de Julio de 2012!

domingo, 17 de junio de 2012

Para mi papá

He visto la evolución de mi padre, como padre. Es decir, como es que se ha comportado a lo largo de todo este tiempo, hasta el día de hoy. Mi relación con él es excelente y cordial. Pero no siempre fue así, al menos de mi parte. Supongo que esto les pasa a todos, cuando llega ese periodo llamado adolescencia.
Ya no soy más un adolescente, aunque algunas amigas dicen que parezco uno. Supongo que se refieren al comportamiento. Pero en mi periodo cronológico de adolescente, tuve muchos desacuerdos con mi papá. Afortunadamente para mí, el nunca, o eso creo, tuvo una mala relación conmigo. Siempre estuvo cuando lo necesite, y también cuando no. Y creo que ahí seguirá, mientras siga siendo la persona que es.
Por supuesto, no es la persona perfecta, al contrario, yo le he visto muchos defectos y fallas, pero eso cuando lo analizo en mi rol no de hijo, sino de persona. Como hijo, no tengo queja alguna. Como persona, hay cosas, muchas, que no perecen. Pero crecí con la consigna de que a los padres no les juzga. No por los hijos.
Ahora creo que eso depende de los padres y de los hijos: del actual de cada uno de ellos. Pero en general, sigo teniendo ese pensamiento. Además, de que me quejo, él siempre ha estado ahí, lo necesite o no.
Lo veo y a veces parece un tierno Jepeto, cuando esta con sus lentes, “chatiando”, porque hasta eso, le interesa esto del internet y las redes sociales, incluso más que a mí. Tiene sus conocidos por el mensajero. 
Yo no lo uso, hace mucho que no me firmo en una sesión. Lo mío es el contacto directo. Aunque eso del chat también tiene su manera de analizar a las personas, yo soy más como el personaje de la película Blade Runner, Rick Deckard, necesito tener a mi interlocutor cerca, para realmente saber que me quiere decir.
Pero bueno, no quiero desviarme sobre este tema (me he dado cuenta que tiendo a la divergencia, en lugar de converger). En otras ocasiones, veo su lado poco generoso y hasta soez, siendo grosero, intolerante y francamente insoportable. No conmigo, sino con los demás. Hubo un tiempo en que desee que otra persona fuera mi padre, solo fue un momento, en el cual tuve un fuerte altercado con mi papá. Ahora, a la distancia, con qué poca cosa quería cambiar a un adecuado padre para mí. Y el altercado ni era tan fuerte, a decir verdad.
Porque mi papá no es el mejor, ni el peor, es el adecuado, el papá perfecto que yo necesitaba (todavía lo sigo necesitando, pero ya no de manera crítica). Ahora, vamos juntos al trabajo, bueno el al trabajo, yo  al servicio, pero nos vamos juntos. Todavía, en el primer día en el trabajo, me presentó como si fuera su pequeño hijo de 5, 6 o 7 años y yo todavía me sentí apenado y con ganas de decir “papaaaaa….”.
Todavía me presentó como si fuera yo el único hijo y yo reafirme mi creencia de que mi padre, no es el mejor, ni el peor, es el justo padre para mí. Porque al ser hijo de quien soy, tampoco el trato conmigo es fácil. Yo también tengo mucho de él. Algunas de esas cosas me enorgullecen, otras no tanto. Pero a diferencia de él, yo no tengo a quien llevarme, en un futuro, al trabajo y lo presente como lo más valioso en mi vida. Y esto me da un poco de pena y tristeza.
Y por eso entiendo la insistencia de mi papá en que al menos tenga un hijo. Ojalá y algún día pueda decirle que no es que no quiera, pero que no he encontrado a la persona indicada. Porque eso de tener hijos nada más por tenerlos, no es de humanos.
No quiero que esta entrada sea una entrada como las que acostumbro, pesada, triste, depresiva, así que terminaré con la trillada frase de:
“Feliz día del Padre”

domingo, 10 de junio de 2012

Trasplante de disco duro

De que trata esta entrada
Siendo mi formación básica de tipo ingenieril, en temprana época de mi instrucción, me vi impelido a decidir que sistema operativo utilizar. Esta es una entrada muy ñoñezca que tratará principalmente del sistema operativo Windows y el sistema operativo Linux, en su sabor Ubuntu.


Y pues resulta que se murió mi laptop. La más viejita, una que tenía arrumbada, porque antes, que era rico y poderoso, al ver el “vejestorio” que tenía por computadora hice lo que todos los ricos y poderosos hacen: comprar una nueva.

Pero afortunadamente tengo un gran apego por las cosas (y personas) que me han servido y a las cuales  les tengo “gratitud”. Sí, ya sé, es un poco raro hablar de gratitud hacia los objetos. Pero el caso es que le tengo gratitud a mi coche, a las laps que he tenido y a un montón de objetos más.

Así pasó con mi lap viejita. La rescate de la oscura esquina en la la reposaba, cual túmulo de antiguo rey de abolengo. La desempolve y le puse el sistema operativo Ubuntu, que es un Linux. Decidí ir por esa opción, porque de otra manera tendría que conseguir un sistema operativo Windows pirata. Y luego esos dan mucha lata.

Además, la utilidad era para básicamente escribir, ya saben, lo clásico de software de oficina: procesador de texto, hoja de cálculo, presentaciones. Y tan tan. Mejor que nueva. La verdad es que ya tenía sus buenos 4 años de vejez, con un procesador a doble núcleo, en su época era una de las mejores.  No fue muy cara, pero tampoco tan barata. Digamos que era como un Jetta VR6, no se puede comparar con un BMW, pero en algunos puntos es mejor que un BMW convencional, entre ellos, la velocidad.

Total, que yo bien feliz, porque había rescatado mi lap vieja. El motivo, es que como ahora ando proletariamente en servicio público, me va dar mucha felicidad que me asalten y me roben mi, hasta ese momento, única computadora portátil. Por eso que rescaté mi vieja lap.

Y me volvió a servir como en antaño. Eso sí, hice algunos ajustes, disco duro nuevo, un giga más de RAM, pero con eso tuvo para volver a estar como nueva.
Pero ahora ya se venció. Se quemaron ambos fan. Para aquellos que no sepan que el fan de una lap top, son los ventiladores que enfrían el CPU. Supongo que ventilador es un nombre muy rimbombante para nombrar esos mini ventiladores que traen las lap, y por eso le pusieron fan.

Total, que se quemaron los fans y pues ya no “jala”. El problema es encontrar esos fans, porque cada fabricante tiene sus “particularidades”. Además mi modelo, una Gateway, no es tan popular. Yo creo que es posible que encuentre los reemplazos, pero para ello tengo que invertirle tiempo de búsqueda, en el DF. Y no tengo nada de ganas de ir a buscar un par de mini ventiladores.

Así que hice lo que cualquier ingeniero, que se enorgullezca de serlo haría, pasé el disco duro de mi fallecida Gateway, a mi lap top “nueva” (es un decir eso de nueva, porque ya tiene como año y medio). La verdad es que mi teoría era que el sistema operativo, el cual reside en el disco duro (y si no sabes de que hablo, pues mmm, avísame y tal vez escriba una entrada para explicar un poco como funciona esto de los sistemas operativos, RAM, disco duro, etc.), iba a tener que hacer un montón de ajustes.

Esto porque, hace años, utilizando el Windows 98, hacíamos clones y los pasábamos a otros equipos. El problema era que si el equipo no era del mismo tipo de donde se sacaba el clon, habría que hacer ajustes para que los controladores (sofware que controla el hardware de una laptop o pc) se ajustaran al nuevo hardware. Nunca lo había intentado con un Linux. E incluso no exactamente un clon, es el mismísimo disco duro, llevado de un hardware (laptop Gateway) a otro (laptop Toshiba). La Toshiba es un equipo cuya característica notoriamente diferente es que tiene cuatro núcleos, en lugar de los dos que tiene la Gateway.

Por otra parte, me daba mucha curiosidad que iba a pasar ¿Habrían varios intentos para ajustar todo el hardware? ¿el vídeo se vería mal? ¿levantarían las tarjetas de conexión a red? ¿tendría que recompilar el kernel (cosa que además no manejo muy bien y me da harta flojera)? ¿o de plano no funcionaria?

Esta entrada esta siendo escrita, diez minutos después de insertar el disco duro en la Toshiba. Quedé felizmente sorprendido que prácticamente no hice más que cambiar el disco duro. Hay par de ajustes que tengo que hacer, como el que no detecta los ocho gigas (que presumido) que tiene (solo detecta cuatro), pero de ahí en fuera todo funciona como debe de funcionar. Las tarjetas de audio, vídeo, red funcionan correctamente.

Si las laptop fueran humanos, lo que hice es el equivalente a hacer un trasplante de cerebro. Durante mucho tiempo fui detractor de la falta de acercamiento al público no conocedor del intrincado mundo de las computadoras y de los sistemas operativos, por parte de Linux. Siempre he reconocido que es mucho mejor y superior al sistema operativo Windows, pero durante mucho tiempo, sobre todo al inicio de los tiempos del Windows, éste fue mucho más amable con el público que únicamente quería prender la computadora y que esta estuviera lista para utilizarse.

Antes, instalar un Linux (y en algunas distribuciones todavía lo es) era un proceso interesante, pero tedioso, si lo tuyo no era la computación y el software. Ese fue siempre mi discusión con los puristas de los sistemas operativos, los cuales arguyen que Windows no es un sistema operativo. En realidad sí es un sistema operativo, muy chafa, pero sistema al fin. Y estoy de acuerdo, siempre lo he estado. Pero el que Linux sea superior no se notaba en el gusto de los usuarios: como dije antes, era un verdadero calvario instalarlo.

Esto afortunadamente ah ido cambiando con el paso del tiempo: hoy los sistemas operativos basados en Linux van ganando terreno. Su popularidad se debe, en gran parte, a que ya son mucho más amigables de instalar, incluso llegando a ser una instalación tipo Windows (puro botonazo y “next” “next”), como lo es el caso del Ubuntu.

Hoy doy fe de que el “trasplante” de cerebro es un éxito rotundo, y no se requiere mayor habilidad que la de cambiar un disco duro (desatornillar, quitar, poner y volver a atornillar). Me he ahorrado mucho trabajo pues tengo bastante información en ese disco duro.

Y esta es sólo una de las bondades de los sistemas operativos tipo Linux. Tienen una bastedad de características que lo hacen idóneo para aplicaciones del cómputo general.

miércoles, 6 de junio de 2012

Salí negativo

Ayer fui a una universidad, a dejar mi fabuloso y compacto currículum vítae, para ver si les interesa mi experiencia y ponerme al frente de un grupo. Prácticamente es servicio social. La paga es bastante poca, creo que voy a gastar más en la gasolina que lo que voy a recibir de emolumento, pero mi estrategia es hacer contactos.

Hasta el día de hoy me había resistido a usar esto de los contactos. Iluso de mí. La verdad es que buenos puestos en el servicio federal (gobierno, por ejemplo) se dan más por a quien conoces, que por que tanto sabes. Triste, injusto, deplorable, pero cierto.

Ni hablar. De que se lo den a cualquier pendejo, a que se lo den este pendejo, pues prefiero que se lo den a este. De verdad, no tienen idea de los trabajos tan bien pagados que hay en las instancias de gobierno, y hay cada imbécil que los ostenta.

Así que veré como me va. Claro, que esto de dar clases no me asegura que me den contactos, pero tampoco se imaginan la cantidad de profesores que son buenos contactos o que conocen a buenos contactos. Esta entrada se pudo haber titulado “de los contactos y demás vicisitudes del ámbito laboral”. Pero no.

Actualmente “trabajo” para una persona que es catedrático de la universidad y esta laborando en un hospital, que es donde estoy haciendo mi servicio social, el de verdad. Así que siguiendo su consejo, metí mis papeles para el concurso. No me ilusiona tanto, pero cuando menos voy a realizar el acto simbólico de “trabajar” y recibir remuneración a cambio.

Es lo único que extraño de mi trabajo anterior, el dinero. Resulta que en la explanada de esta universidad estaba una campaña para hacerte el examen del VIH. Desde hace tiempo que traía la consigna de hacerme ese examen. No es que sea el super semental, pero he tenido “accidentes” (un par de veces se me ha roto el condón ¿no les ha pasado?).

Y pues aproveche para hacerme el examen el cual fue rápido, prácticamente indoloro (le tengo fobia a las agujas y cualquier objeto punzo cortante que intente atravesar mi piel). Además, salí con el paquetote: caja de condones, lubricante a base de agua, folletos y condones extra (ya no en caja). Supongo que doy la impresión de ser muy activo sexual. O tal vez es el paquete que le dan a todos. La verdad que no me fije que tanto le dieron a los otros. Ahora necesito con quien usarlos. Pero como dice nana Pancha, esa es otra historia.

A la par de este puesto de revisión/regalo de condones, estaban unas edecanes, ya saben, buenotas, bonitas con vestimenta untada, promocionando sabe que producto de la Bayer, anticonceptivos, creo. Porque esa campaña estaba dirigida a las mujeres. El caso es que como parte de su promoción, estaban obsequiando unas pulseras, de tela, que se anudan. Un vil listón.

Y como para hacer un poco de plática, me acerque a una de estas sabrosotas, para solicitarle muy atentamente que me regalara una pulsera. Mi intención era pasar el rato, en lo que salía el resultado de la prueba.

-Es que son nada más para mujeres. Dijo
-Ah, es que fijáte que mi NOVIA es fan de esas pulseritas, y pues le haría el día. Dije
...
-Ok, aquí tienes
-Gracias! Bye!

Huelga decir, o al menos es mi apreciación que a esta chica yo no le estaba cayendo nada mal, porque un poco antes, le pregunte de que se trataba su campaña y ya fue la que me dijo lo del examen y los condones. Luego del examen, ya con mi maquiavélico plan, es que regresé a pedir la pulsera. Pero era un vil pretexto.

Me sorprendí, responder como lo hice. Una porque no tengo novia y la otra porque al pensar la excusa vino a mi mente la Derpina (mi gran gran gran delirio amoroso, no correspondido, que ya no he visto y que en parte es la razón de alejarme del DF), que es fan de esas pulseras. Al menos eso creo, pues tiene una colección algo grande.

Si mi plan era ver que sacaba de esta edecán, para que chingados le digo que tengo novia. Y lo peor, la Derpina nunca fue mi novia. Que jodido estoy. Eso sí, a ella le gustan esas pulseras.

Doy pena ajena, me cae, soy un pésimo ejemplo para la comunidad masculina mundial, snif!

Por cierto, soy cero positivo, no tengo VIH.

lunes, 4 de junio de 2012

Corría la mitad de los 90 y me parece que en la todavía cima del rock en tu idioma (español), escuche por vez primera a la inconfundible e hipnótica voz de Enrique Bumburi, liderando una banda que a la postre se convertiría en in ícono de la música española.

Ya antes, el público mexicano había sido embelesado por la tesitura de voz de Ana Torroja, quien junto con otros dos españoles, eran lo que conocimos como Mecano. Pero esa es otra historia. Y otro tipo de género musical.
Esta entrada se la dedico con toda sencillez, a una banda que verla en vivo (cuando tocaban, creo que ya no tocan juntos) era un verdadero orgasmo musical. Pocas bandas de música en español logran tener el arrastre que llegó a tener Héroes del Silencio.
El último concierto en el que los vi, fue el dado en el Foro Sol, aquí, en la capital del Ombligo de la Luna, vulgo México.
Uno de mis álbumes favoritos es el titulado “Avalancha” de 1995. Ya tenían a cuestas El mar no cesa (1988), Senderos de traición (1990) y Espíritu del vino (1993). Y cada uno de ellos con al menos un título emblemático, según mi parecer.
En México, creo, y si no algún otro decano por gusto propio de la historia musical de este país, me corrija, se dieron a conocer por Maldito duende del Senderos de traición. Pero a mí, el que me marco, por todo lo que aconteció en mi vida, fue Avalancha. De ese álbum, una de mis preferidas es Deshacer el mundo.
Ahora que estoy con esto de los cambios, me acorde del libro Damián de Hess y de esa apoteótica canción:
Empezar porque sí
y acabar no sé cuando
el azul me da cielo
y el iris los cambios.
Los astros no están más lejos
que los hombres que trato.

Repito otras voces
que siento como mías
y se encierran en mi cuerpo
con rumor de mar gruesa

Te he dicho que no mires atrás
porque el cielo no es tuyo
y hay que empezar despacio
a deshacer el mundo.

Pónme fuera del alcance
del bostezo universal.
nos veremos en el exilio
o en una celda.

Ponme fuera del reposo.
en mi historia personal.
soy un ave rapaz:
¡mirad mis alas!

Deshacer el mundo, Avalancha, Héroes del silencio 1995

 

El solo de guitarra de casi al final de la rolita, esta huérfano, no tiene madre!
 
Algunas ligas interesantes:


domingo, 3 de junio de 2012

Me voy yendo

Pues ya estamos en el mes mitad de año. Se me hizo que fue muy rápido. Dentro de unos 30 días, elecciones para presidente de México. La situación social esta calientita: Peña Nieto desplomándose, lo que implicará que su partido y principalmente los intereses alrededor suyo, comenzarán a aventar la carne al asador; el incipiente movimiento estudiantil #yoSoy132 ha dado muestras de una conscientización de la juventud mexicana que hasta hace mucho no existía, el tiempo dirá si fue llamarada de petate o se instaurará en la memoria de aquellos pocos, como su servidor, tal y como lo fue el movimiento estudiantil de 1968; regresando al tema de la política, el también desplome de Vázquez Mota, según dicen algunos analistas políticos, su propio partido y el presidente de México, ya la dan por vencida, ya veremos; el dolar sobrepasando la barrera de los $14 pesos, y casi llegando a la de $15: mal presagio para la economía mexicana; los muertos por causa del narco siguen en sus niveles: el gobierno mexicano debe aceptar su derrota y ponerse a trabajar en otra estrategia, la actual simplemente no sirve.

Entrando a la vida particular y personal de su seguro servidor, no veo para cuando volver a llegar a mis niveles de ingreso económico antes, por el contrario, mi futuro en el sector económico es de pronóstico reservado (malo, pues). En una de esas “discusiones” de “pareja” (lo entrecomillo porque ni era mi pareja, luego entonces no puede ser una discusión de pareja, pero ella era lo más cercano a mi pareja) le decía y si el auto que en aquel entonces tenia, era el último auto “bueno” que iba a poder comprarme. No recuerdo exactamente porque pensé en que mi economía iba a colapsar, tal vez mi inconsciente me estaba avisando que iba a hacer lo que hice: renunciar a mi, hasta ese momento, forma de subsistir.

Fuera del dinero, me siento mucho mejor que antes, mi novia “el DF” nada más no tenía más que darme. Ni yo a ella. Y que se me ocurre dar un vistazo a los facebook de mis antigüos compañeros de trabajo: no debí hacerlo. Todos los que revisé o mantienen su trabajo o se cambiaron y están en buenas compañías (empresas). El problema es que la mayoría de ellos yo no los contrataría: según mi opinión son flojos, razonan poco, hacen las cosas como el borras, tienen muchos vicios laborales. En fin. Pero de todos ellos únicamente yo no sigo en ese rubro, así que luego entonces el que no sirve para ese trabajo soy yo, no ellos.

De todos ellos solo un par se merecen estar donde están. Según yo. No siento envidia, pero si mucha frustración. Pero a pesar de todo, no pienso regresar a trabajar en sistemas. Me gusta y en mi vida cotidiana de alguna manera esta inmersa, pero ya no estoy para andar en la trinchera y como nunca puede ascender a oficial, mejor me fui. Ja, mientras escribo esto me acordé de la canción de CaifanesNos vamos juntos”, la parte que dice “me voy yendo, como el mar, lento y salvaje como el mar”.

Me voy yendo, más bien ya me fui. Pero siempre la necesidad mandará. Si llegado el momento nada más no la hago en este nuevo intento por hacer lo que creo que me gusta hacer, regresaré, con todo y traumas. De algo he de vivir. Ni modo. Pero espero que no sea el caso, de verdad, no lo quiero ni deseo.

Me decía una compañera de clases, que porque me sentía tan frustrado. Para esto debo comentarles que soy muy discreto con mis cosas personales. Discreto no quiere decir que no lo quiera contar, más bien que soy elitista en a quién se lo cuento. Bueno pues esta chava no sabía mi contexto, así para responder a su pregunta le dije: “bueno, que pensarías de una persona que tiene una licenciatura en ingeniería, que fue considerado muy inteligente, que le era augurado el que tuviera un trabajo exitoso, que además se ha preocupado por mantenerse al día, tomando cursos, que tiene una maestría en ciencias, que (espero) no es pendejo, que tiene más de diez años de experiencia en el ámbito laboral a nivel empresas transnacionales, que no tiene más responsabilidades que cuidarse de sí mismo, que todavía no llega a los cuarenta y que actualmente esta por terminar una segunda carrera, a la cual se piensa dedicar”

¿Qué pensarían de esa persona?

Bueno, por eso me siento frustrado.

Me consideraba un luchador, me sigo sintiendo así. Pero también me siento cansado, ya no quiero luchar, ahora solo busco encontrar la manera apacible de hacer algo que me guste, que solo dependa de mí, y que me para comer y un auto, aunque no tan bueno como el último que tuve.

Y ya es junio. Tiempo, tiempo, tiempo. Se va yendo, como el mar, no tan lento y si muy salvaje.