Nota: desvelaré partes de la
trama, creo que como no van a estar contextualizadas, no lo notarás, hasta que
veas la escena a la que hago referencia. Pero aun así, desvelaré partes de la
trama. Si no la has visto y no te gusta que te cuenten, aunque no le entiendas,
pues no le sigas.
Acabo de terminar de ver la serie
original de Netflix Diablero. Propuesta mexicana que ha tenido una aceptable
recepción, he leído buenas críticas, la han comparado con Buffy la cazavampiros
o con Supernatural de fabricación estadounidense.
Yo no soy un experto en saber cómo
se debe hacer una serie, que gastos implica y demás cosas. Solo sé que si una
serie me gusta, pues ya está. Me gusta.
Cuando vi el primer capítulo de
Diablero, me gustó, pensé “uh, tiene potencial…” Y creo que en eso se quedó. Se
quedó en el potencial de ser una serie épica. Lo más épico que le puedo
asignar, así como simple vidente de series de ese tipo, es su propuesta. Una
propuesta mexicana. Supongo, no lo sé, que incluso la serie Buffy, con todo y
que muchos capítulos se vieron bien chafas, tuvieron un presupuesto, una
cantidad de dinero invertida en hacer la serie, muy por encima de la mencionada
Diablero.
Y a diferencia de la serie Supernatural,
que son 14 y 7 de Buffy, Diablero consta apenas de 8 capítulos. Menciono esto
porque no se alcanza a desarrollar, para mi gusto, los personajes. Como que
todo fue metido en un espacio muy reducido. No por culpa de los actores, creo,
pues los considero bastante competentes. Todos, incluido aquellos que han
laborado en Televisa o en televisión de economía baja como el Canal 11.
El desarrollo de la historia toma
sustento en las creencias de los mexicanos, modernas y antiguas.
La llorona (que no sale), el chupacabras, la santa muerte, demonios, dioses
aztecas, son parte de ese sustento. Es pues, una propuesta muy mexicana. Los
efectos, si bien no son espectaculares, cumplen con su cometido. El problema no
fueron los efectos especiales.
Insisto, el problema es el
desarrollo. Hay tramas donde, por ejemplo (si no la han visto, véanla, porque voy
a desvelar de manera muy discreta parte de la trama, pero la desvelaré), cuando
se enteran que ya se va a acabar el mundo, uno se va a su casa, el otro se
queda, la otra va por sus cosas a la iglesia, la otra se lleva a su interés
amoroso a sacarle un embrujo. Es decir ¡Se va a acabr el mundo! ¿Qué es más
importante que eso? ¿Ir por tus cosas? Ah y sale, si sucede algo “importante”
avisan y nos reunimos.
Esa parte de la trama bien mal
hecha. Otro ejemplo: cuando la bruja mayor pelea contra los protagonistas y por
fin despiertan los jinetes del Apocalipsis, se acerca a ellos y se la comen. Y
tan tan ¿No que muy poderosa?
Otra escena chafa: a un tipo le
arrancan el dedo, el cual sirve para cerrar una botella (los demonios son
encerrados en botellas) y llega la ambulancia, el tipo no reclama, no llama a
la policía. Oye, le acaban de arrancar un dedo y el tipo no reclama ni nada.
Eso no pasa en la vida real.
Hay muchos cabos sueltos. Tal vez
los quieran retomar para la siguiente temporada, porque pese a que mi crítica parecería
que va en contra, la verdad es que si sale una segunda temporada, sí la vería.
Por ejemplo ¿Qué pasó con el hijo
de la bruja mayor? Se quedan la hija del sacerdote, la cual fue recuperada del
mismísimo demonio, así como si nada. La niña no pregunta por sus parientes (que
al parecer solo tiene a la mamá, la cual está muerta-viva), y en el caso que no
tuviera más parientes, no se me hace normal que “ay bueno, mi mamá está muerta,
mi papá se sacrificó por mí; no pues ya me quedo con estos amigos que no
conozco, pero se ve que son bien buena onda”
El papá de los protagonista muere
en el ataque el demonio con esteroides así de “ay, me muero, pero les paso la
estafeta, síganle hijos” Y los hijos, “no pues ya se murió papá…” No hay
llanto, no hay una escena donde se muestre el dolor de perder a un ser muy
querido.
Presentan a la iglesia como una
organización que busca, me parece, la no muerte y por alguna razón que no
entendí, ayudaron a la bruja mayor para que invocara al diablote, y que andan
buscando objetos divinos (como plumas de ángel) para sus muy, pero muy,
secretas intenciones. Son unos malotes de caricatura.
Por eso digo que para mi gusto,
le faltó desarrollo a las tramas, desarrollo de los personajes, los cuales,
muchos, tienen un gran potencial para llegar a ser queridos por todo mundo. Pero se quedan en el acartonamiento.
Creo que es por la cuestión del
tiempo. Espero que haya sido por eso. Después de todo se basa en el libro “El
Diablo me obligó” de F.G. Haghenbeck. Quizá por ahí debí haber empezado. Leyendo
el libro. Pero seguramente mi crítica habría sido bastante más negativa hacia
la propuesta de Diablero. Mejor así.