sábado, 31 de diciembre de 2011

Uno más

O uno menos. Sin importar como los cuenten
¡Feliz fin de Año!

Y que tengan un excelente inicio de uno nuevo. De todo corazón, que aunque este muy adolorido, no deja de latir, de sentir y regocijarse.
Mis mejores deseos y parabienes, a todos, presentes y auscentes. Espero que a ustedes si les vaya muy bien.

Abrazos


jueves, 29 de diciembre de 2011

Sobreviviendo a mamá

O mejor dicho, a la falta de ella. Pues nada, que mi mamita querida se fue de vacaciones (muy merecidas). Yo le dije “¿Me vas a dejar solito?”, ella “Sí”, “Pero, pero, pero ¿qué voy a comer?”, “ay mijito, ya estas grandecito, ¿no?”, “Pues sí, má, pero, pero, pero…” Y Juro que escuche una risa sardónica como cuando el Dr. Doom está a punto de darle en la madre de una vez y para siempre a los cuatro fantásticos.
-“Ándale, ¿he?, cuando llegues vas a encontrar nada más mi esqueleto”
-“Pues yo creo que te voy a encontrar como con dos kilos menos de tus como 30 que tienes de más”
-“¬¬…”

Y se fue. Y me dejo solito.
Más bien, nos dejo. A mi papá y a mí. Pero como mi papá está trabajando, me dice “bueno hijo, ahí comes (si verdad, ¿qué voy a comer?), yo creo que como allá en el trabajo con mis amigos”
Así que mi papá no sufre tanto como yo. Pero esto es nada más de introducción, para lo que realmente les quiero contar. Pues como mi mamá no está, y estoy prácticamente solito en la casa, me dije “hay que hacer algo para no aburrirte” Y que se me ocurre lavar mi ropa. Además ya me hacía falta (ropa, porque aunque no estoy usando mucha, tampoco es que la lave todos los días). Además, ¿Qué tan difícil puede ser?

Así que diligentemente, hice lo que mi sacrosanta hace cada que lava la ropa: separarla, color con color, negras aparte, blancas aparte, etc. Siguiente paso, ir a la lavadora. “Mmm veamos, proceso, programa, inicio/pausa” Es como el celular o una calculadora programable (si es que todavía las usan). Listo, programa medio, fuzzy, agua fría.

Y comienza la magia. Inicia el llenado del receptáculo (donde pones la ropa), le pones el detergente, suavitel o velrosita (yo no lo encontré, así que omití este paso) y listo. En 60 minutos tendré mi ropa lista para tenderse. Llegado a este punto, no me había fijado que la lavadora hace ruiditos (bips, pero más agradables) tirurú tururu.
Así que continúe con mis actividades: Ya que estoy en la zona de lavado, a lavar mi coche (ya estaba muy puerco). Cuando de pronto, comienza a sonar los bips de la lavadora. “Tiru tiru tiru tiru tiru”
¡En la progenitora! ¡Ya la madrié! A ver, tiene agua, hay luz (claro pendejo, si no como hace ruiditos), uta, que tiene esta madre.

Afortunadamente, en momentos de pánico como este, entra en acción las enseñanzas de la universidad, que en mi trabajan en forma de inspiración divina, que los grandes iniciados como su servidor, conocemos también como epifanías. No sé como operen en ustedes, pero mis epifanías son harto melodramáticas, así que con voz gutural, cavernosa y grave me dijo en tono imperativo “Lee el manual”.

“El manual, ¡agüevo!”. Por eso les decía que entro mi formación académica, ingeniero que es uno, se va a lo que conoce sin conocer. Los manuales.
“Mamaaaaaa, ¿Dónde está el ma…?”
Chingao, mi sistema experto biológico no está. Pero ingeniero que es uno y conocedor de las tecnologías de la información, me dije “Internet, ¡agüevo!”.
A ver lavadora marca tal, modelo tal, ajá, aquí la página, instalar plugin, mja, ok. “Manual de usuario, modelo XXXX”. Después de buscar y buscar, no encontré qué demonios significan esos ruiditos.

Así que fui a hacer lo que debí haber hecho al inicio. Si sospechaba que el ruidito era una alarma porque algo está mal (según yo), lo primerio que debí hacer es apagar el aparato. Pero no lo hice, en parte porque mi epifanía es muy mandona y en parte por que, bueno no sé por qué (si lo sé pero no lo voy a escribir).
“Fin de proceso de lavado”

¡Esos pinches ruiditos son normales! Nada más indican que está iniciando otro proceso, es decir, primero es llenar con agua, luego pasa a lavarse, luego pasa a vaciarse, luego pasa a enjuagarse, luego pasa a centrifugarse. Y en cada proceso, hace ruiditos, supongo que para que las mamases sepan en que va su ropa.

Mami, te extraño. ¡Snif!

La realidad es relativa

La realidad la construye tu cerebro. Ni más, ni menos. Esta es una las causas de la depresión: no importa lo bonito que se encuentre el día, el que te encuentres rodeado de gente que realmente te aprecie, que estés protegido, si tu cerebro está convencido de que no vales pito, que el día es horroroso o que todo mundo está en tu contra, no importa la realidad externa.
El cerebro es la fuente primordial de lo bien o lo mal que nos sintamos. Por supuesto, si estas bajo un dolor crónico, como por ejemplo cáncer, la realidad tanto externa como interna, es un dolor insoportable.

Pero de lo que quiero escribir es de la pareidolia, que en términos prácticos, es la tendencia de la mente humana a encontrar formas a las cosas. En general, es la tendencia del cerebro humano a explicarse las cosas. Supongamos que te encuentras ante un animal que nunca antes has visto, tu cerebro buscará (no te das cuenta de ello) en todo su memoria a corto  y largo plazo e intentará construir la imagen de ese animal desconocido, hasta ese momento, y cuando te pregunten ¿cómo era? Tus descripciones tendrán como base toda la gama de animales que conoces.

Dirás “pues las patas eran como de caballo” o “tenía garras como de tigre” o cualquier otra descripción con la que tu cerebro no tenga conflicto. Hace mucho tiempo que leí la saga de “Las enseñanzas de Don Juan” de Carlos Castaneda (si no la han leído, que pena por ustedes, se pierden de una obra única por su narrativa) y ahí se habla de la percepción no cotidiana del mundo.
Es un relato sobre un conocimiento del México antiguo, se  tratan temas como la brujería o el chamanismo, pero no de forma estereotipada, es difícil de explicar. Se han escrito libros enteros solo para explicar de qué trata la saga de Don Juan (cuyo prologo al primer libro fue escrito para la versión en México por Octavio Paz). Así que mejor léanla.

Pero mi comentario es que en esa saga, al estar en lo que el autor llama “conciencia acrecentada” y pedir explicaciones a su maestro de que fue lo que vio, llegan a un punto en el cual le dice el maestro (Don Juan Matus) a Castaneda (no lo cito porque no me lo sé de memoria) que lo que él vio solo él le puede dar sentido, ya que no es posible que ambos hayan visto lo mismo porque lo que están viendo no es de este mundo.

Ayyy weeeey!!, pues sí, está muy filosófico el asunto. Huelga decir que para poder ver ese otro mundo, se apoyan de sustancia alucinógenas y una serie de procedimientos de brujería para incrementar el poder ver ese otro mundo (en realidad son una infinidad de mundos, que dependen de donde se encuentre el punto de encaje de uno). Creo que esta entrada no es para los neófitos del tema de Don Juan.

De verdad lo siento mucho, pero no me atrevo a hacerla de exegeta en este asunto, me resulta francamente difícil. Nuevamente, los remito a la obra. Solo diré que según Don Juan, un ser humano parece un huevo luminoso (cuando uno ve en conciencia acrecentada) y que hay un punto que es todavía más brillante (el punto de encaje, que cada ser humano posee), el cual tenemos fijo y es todo un reto poder moverlo. Pero una vez que lo mueves, las líneas de energía del mundo, que pasan por ese punto de encaje, hacen que veas otro mundo.

El punto de encaje resulta ser algo así como el sintonizador de la realidad. Regresando al tema de la pareidolia, se me hizo interesante comentarlo aquí porque he estado viendo videos de cosas “paranormales” en particular de las llamadas psicofonías, que se supone son la comunicación de los muertos.
El procedimiento para grabar una psicofonía es muy simple, se pone una grabadora en el lugar que elijas (de preferencia, un lugar que no tenga mucha presencia humana, como un bosque o tu casa, cuando no hay alguien) y escuchar posteriormente toda la grabación, en busca de psicofonías. Hace algo de tiempo, cuando era joven y crédulo, me interesaba muchos los temas paranormales (fantasmas, ovnis, criptozoología, etc.) y ahí me enteré como salió esto de las psicofonías.

Según recuerdo (me dio flojera buscar las referencias), las psicofonías surgen porque un estudioso de las aves, al grabar los cantos de las aves, y posteriormente escucharlas, se dio cuenta de que escuchaba voces. Y no, no estaba loco, las voces estaban ahí, en sus grabaciones. Aquí esta una referencia, no puede evitar buscar algo al respecto.

Ahora, años después, creo que las psicofonías son una especie de pareidolia, pero aplicada a los sonidos. Pareidolia se refiere específicamente a las figuras, y no sé si existe un término parecido pero aplicado a los sonidos. Ejemplos de esto lo pueden encontrar en… ¿han visto los videos de una canción en inglés, que si se editan en ciertas partes parece que dicen algo en español? Bueno, pues eso un mecanismo muy parecido al que se aplica a las psicofonías.

En realidad, es el cerebro quien aplica esas reglas. Partiendo de una serie de señales caóticas, el cerebro, en su tendencia al orden, busca darles sentido. Y por eso vemos borreguitos en las nubes o vírgenes en las paredes llenas de hongos o el rostro de Elvis en un pan tostado o sonidos con cierto “sentido” en grabaciones donde no hay humanos alrededor (las psicofonías).  Pero una nube, es una nube, no hay vuelta de hoja. También, al respecto, cientos de avistamientos ovnis, son nubes lenticulares y no naves procedentes de otros planetas.

Hay varios eventos “paranormales” que pueden ser explicados por la pareidolia, en sus vertientes de sonido e imagen, incluso de experiencias religiosas. Nuevamente, el cerebro es quien busca el orden, el cerebro se encuentra muy estresado si lo que capta no lo puede categorizar, por lo que siempre busca darle sentido a todo aquello que procesa.
Así que ya lo saben, cuando escuchen hablar de que la Virgen María se apareció en una pared, o que se han reportados cientos de avistamientos ovinis o que se han captado voces del más allá, lo más probable es que se trate del fenómeno (muy interesante, pero nada sobrenatural) de la pareidolia.
Les dejo unas ligas que estuve revisando para la creación de esta entrada.

Pareidolia según la wiki
Un interesante videíto del cerebro y la realidad
Breve explicación de como percibimos
Gestalt corriente psicológica que dice que el todo es más que la suma de las particularidades
Algo más sobre la gestalt
Una película no muy buena sobre las psicofonías

martes, 27 de diciembre de 2011

Histórica ficción

Secreto 1910 es un libro escrito por un descendiente del general Bernardo Reyes, cuyo nombre es Leopoldo Mendívil López. Bernardo Reyes, según la historia (esa que a veces la hace de prostituta, pues depende de quien la escriba, si los vencidos o los vencedores) fue un cercano colaborador del ex presidente Porfirio Díaz. Personalmente, no me cae muy bien que digamos el difunto ex preciso. Si hoy viviera, con el PAN estuviera, más que priista, se comportó como panista. A veces me da por pensar ¿Y este wey, de vivir, en que partido estaría?
Regresando al tema de esta entrada, este libro que de una vez les adelanto, tampoco termino de gustarme del todo, es en cierta manera, un descargo a favor del general Reyes. Deben tener cuidado al leerlo pues aunque se basa en hechos históricos, no todo es cien por ciento real.
Muy en el tenor de “La mujer dormida debe dar a luz” y “Regina, Dos de octubre no se olvida” de Antonio Velasco Piña, Secreto (el libro) enaltece el espíritu mexicano del “sí se puede, sí se puede”, tan mediocre, según mi punto de vista. Al igual que los libros de Velasco, Mendívil escribe una novela pseudo histórica, centrada en el evento de la (antes y después) de la famosísima decena trágica, donde es asesinado el ex presidente Madero y Pino Suárez.
Simón Barroso, el protagonista, miembro del ejército mexicano, leal colaborador del general Reyes, nos conduce a lo largo de una historia tipo Illuminati, donde el general Reyes tiene un plan para que México se convierta en la potencia mundial, posición que histórica y proféticamente está destinada a ser. Según el autor. Por eso es que les decía del “sí se puede”. Al igual que Velasco, es un libro lleno de optimismo para el pueblo mexicano. Mientras que “Regina” y “La mujer dormida…” se centran en el histórico caso del 2 de Octubre de 1968, esgrimiendo la tesis de que esa matanza fue el sacrificio (muy de los aztecas) necesario para que México entre en el cambio (que al parecer no fue suficiente, porque lo seguimos esperando) que lo lleve a su lugar de potencia mundial, a un ladito de los gringos, alemanes, japoneses, etcétera; “Secreto…” hace algo parecido, pero situado en el fin de la presidencia del dictador Díaz y el asesinato de Madero, autoría intelectual de Victoriano el “Chacal” Huerta.
El general Reyes es poseedor de un documento (aquí es donde las cosas comienzan a ser muy, muy increíbles) que como por arte de magia, hará de México la potencia que debe de ser. Cito parte de la contraportada del libro “… Reyes entregó al embajador de Alemania el Plan México, en el que está formulada su visión para que el país sea una potencia mundial y cómo lograrlo.”. Uy, ¿A poco así de facilito México se convertirá en potencia mundial? ¿Nada más con la visión de un militar (que por muy chingón que haya sido) es sólo un hombre?
Ahora bien, supongamos que ese documento (porque en el libro, obviamente no se dice que es lo que contiene, si no imagínense) efectivamente trae las instrucciones para hacer de México una potencia mundial ¿A poco nada mas hay que seguirlo al pie de la letra y ya? ¿No antes debería hacérselo saber a la población, convencerla y que lo apoyen? Como les decía, bastante inverosímil.
Total, que el escrito comienza con que unos descendientes (bisnietos del protagonista Barroso) encuentran el mentado documento contenido en un cartucho de “Metal. Aluminio dorado. Tiene estampados un águila y dos serpientes enroscadas”, y el documento “Algo capaz de cambiar el futuro de México para siempre” es el preámbulo para que Simón Barroso retome el hilo de la historio y cuente lo que le paso en 1913. A lo largo del libro, Reyes será visualizado como un estadista, a la par  Churchill o Lincoln (y como no, si es el autor de semejante documento), mientras que Madero es presentado pusilánime, creyente de lo paranormal (espiritismo). Aunque esto último sí está documentado históricamente.
Aunque aparecen nombres como Henry Lane Wilson, Paul von Hintze, William H. Taft, Wodrow Wilson, Félix Díaz y un largo etcétera de personajes históricos cercanos a la primera guerra mundial, no debe tomarse lo escrito aquí como fuente histórica. Salvo algunos hechos. Con forme avanza la historia, tiende a convertirse en una trama de espionaje y contraespionaje, pues las actuales potencias del mundo, unas a favor, otras en contra de que México sea potencia mundial, le dan color a la trama.
Les adelanto, los gringos son los malos (están en contra y por eso ponen a Madero de presidente, según se cuenta) y los Alemanes son los ¿buenos? Pues apoyan a Reyes.

Sobre esto, me parece que muchos saben que la Alemania Nazi (sí, ya sé que esto fue en la segunda guerra mundial y el libro está enfocado en cercanías de la primera) intentó establecer vínculos con México, ¿pero quien creen que lo impidió? Sí, los paladines de la justicia gringos. ¿Ahora entienden eso de “Tan lejos de Dios, tan cerca de los gringos”? México, al ser el patio trasero de los gringos, es un objetivo estratégico que siempre están monitoreando. Esto lo comento porque en el libro se maneja algo así, que Alemania sabía ya desde entonces, de la importancia estratégica que representa México.
¿Se imaginan que sería de nosotros si tuviéramos una influencia importante de Alemania? En lugar de tener Fords y Chevrolets, tendríamos Audis y BMWs. Aunque por situación geográfica eso, incluso en la actualidad es francamente muy complicado.
El libro en general resulta entretenido, con algunos chispazos de verdadero interés, pero que al final, literalmente, es para engancharte con una segunda parte. Es lo que da a entender. Ahora que lo estoy ojeando para recordar un poco la historia, veo que lo firme (casi siempre firmo mis libros, con la fecha en la cual los comienzo a leer) en Abril del 2011, y no me he tenido el interés en buscar si ya salió la segunda parte.

De todas maneras no quede tan enganchado como para emocionarme con una segunda parte. De haberla, esperare a que se encuentre de oferta. O a que alguien me la preste. Aunque siendo prácticos, esperaré. No conozco a muchos que lean lo que a mí me gusta. A un precio aproximado de $200.00 pesos mexicanos, lo recomiendo si no se tiene otra cosa más interesante que leer. Peor es no tener que leer.
Por cierto, tiene una página muy relacionada con el libro, entren y junto con mi crítica puede darse una idea si lo adquieren o lo piden prestado.

 
Libro: Secreto 1910
Autor: Leopoldo Mendívil López
Editorial: Grijalvo
Recomendable: Si te gustan las historias alternativas de las verdaderas historias, si no conoces mucho de historia de México y quieres comenzar (en el  entendido de que no lo debes tomar como un libro de texto), si no tienes algo que leer y tienes ganas.

viernes, 23 de diciembre de 2011

El abrelatas

El libro “Soñar una bestia”, es hasta donde tengo entendido, la segunda versión de la obra. Es la que leí. Aunque no hago muchas entradas (bueno, en realidad, creo que nada más he escrito una entrada al respecto) sobre asesinos seriales, es un tema que me gusta mucho. Así que cuando escuche de este libro, comencé  su búsqueda.
Y aunque no es tan difícil de conseguir, no lo encontré en la primera librería que se me cruzó por el camino. No es de los libros económicos, creo que yo lo conseguí por $250.00 M.N. (pesos mexicanos) hace como cuatro meses. Es de fácil lectura, no tiene mayor complicación, trescientos ochenta y algo de páginas, a letra tamaño 12 me parece. Cuenta la historia de un asesino serial conocido como el “Abrelatas”, por su característica de mutilar los genitales de sus víctimas.
Creo que escuche de “Soñar una bestia” en un programa de radio o en una revista, la verdad no lo recuerdo, pero estaba muy bien recomendado. Sobre todo por la temática, ya saben, de asesinos seriales. Y es que, el “abrelatas” es un asesino serial (de ficción). Sin embargo, en mi opinión, le faltó desarrollar mucho más a los personajes secundarios.

Antes de pasar a ese punto, les cuento de qué trata el libro. Un asesino serial que le corta los genitales a sus víctimas (mata puros hombres) llama la atención de un periodista (protagonista, llamado Ángel Banderas) y ahí comienza la historia. El periodista Banderas, viene de una decepción amorosa, por lo que se encuentra deprimido, bebiendo un bar, se le antojan unos cigarros, va por ellos y en el camino compra un periódico de “nota roja” donde se menciona al mentado “abrelatas”.

Con ello, el autor comienza a entretejer la trama, escrita en presente y pasado del protagonista, que le permiten desarrollar para nosotros, las relaciones con demás personajes. Intercalados en lo vivido y lo que va viviendo, se meten los soliloquios del asesino. Con ello pretende darnos a conocer la motivación de sus actos. Como les había mencionado más arriba, es un libro de fácil lectura (no como el de Doris Lessing, “Instrucciones para un descenso al infierno”, por citar un ejemplo. Si alguien quiere ser mi exegeta, me hará un gran favor).

Y de los recuerdos del protagonista, nos vamos enterando de las amistades que le ayudaran en la confrontación final con el asesino. Como personaje secundario principal, tenemos a su mentor y amigo Camilo Sánchez Carioca, que además es un maestro del albur (o eso pretende el autor, con algunos visos de inteligencia). Están también, Fellini (un cerrajero), Simbad (un payaso, más bien descrito como mimo), Germán Guardia (médico legista), y la bella prostituta Alejandría Verano Duende, que resulta ser, en el pasado del protagonista, algo así como su novia. Yo he tenido la fantasía de tener una novia teibolera, sabe por qué (además de lo obvio).

Hay más personajes, pero me parece que esos son los más importantes, y claro el asesino. Creo que no hago mal si les digo que en realidad son dos asesinos. Lean el libro para que sepan porque son dos y cuál es la relación de ellos con los asesinatos. Pero retomando mi crítica, el autor, tiene un muy buen armazón, un buen esqueleto, pero falló a la hora de construir sobre el mismo. Por ejemplo, tomemos a la prostituta, con un nombre como el que le puso y la relación previa (que solo se menciona en un par de párrafos, como si hubiera otro libro anterior a este), uno espera mayor detalles de su motivación, como es que surgió la relación con Ángel, porque es prostituta, una descripción de cómo lleva su trabajo actualmente,  si ha tenido otro amor en su vida, y un largo etcétera. Lo mismo ocurre con los demás personajes, incluso con el mismo Camilo (el mentor), del cual solo sabemos que es el hombre sabio del grupo (además de alburero y amante de los crucigramas).

Según mi parecer, el pastel no esponjó. Y es que la idea es buena, sobre todo que aquí, en México, donde seguramente tenemos asesinos seriales de sobra, prácticamente pasan con más pena que gloria. Fuera del caníbal de la guerrero, o la mataviejitas, casi no se conocen otros casos como por ejemplo el de Raúl Osiel Marroquín (el mata gays o el sádico) o Gumaro de Dios (un caníbal con esquizofrenia) cuyas vidas son interesantes (con respecto al tema de los asesinos en serie).
Aunque particularmente no me satisfizo del todo esta lectura, para aquellos interesados del tema de los asesinos en serie, es casi un deber leer esta obra, para tener más elementos sobre el tema. Es peor no tener que leer.

Como ultimo comentarío, me gustaría  leer la obra en su edición original, para comparar si la nueva edicion es mejor que la original.


 
Libro: Soñar una bestia
Autor: Cesar Güemes
Editorial: Ediciones Alfaguara
Recomendable: Si estas empezando en esto de leer libros, si eres un interesado en temas de asesinos seriales, si eres un interesado en temas de novela policiaca. Si no lo lees, no te pierdes de mucho; pero si en lugar de leer el libro vas a ver una novela en tv azteca o en televisa, no hay que pensarle !léelo¡

sábado, 17 de diciembre de 2011

Inicio y fin. O viceversa

Tradicionalmente, en este lado del mundo, diciembre es el mes de los cierres y las aperturas. Es donde por consenso, definimos que el circulo se termina. Y vuelve a comenzar. Personalmente no quiero seguir esa corriente. ¿Por qué tiene que ser diciembre? Podría ser cualquier otro mes.
Pero al ser un consenso, el ambiente se respira a eso, cierres y aperturas. Se tiene la víspera de un nuevo comienzo, para hacer las cosas mejores, para superar lo que no pudiste superar en el círculo pasado. Ilusos, si no lo pudiste superar, lo más probable es que no lo puedas superar. Aunque, claro, hay sus excepciones.

Yo debería cambiar de cartera, deshacerme de una camisa y un tigre de peluche. Sin embargo, y por si no lo habían notado, no suelo hacer cambios (muchos) en mi vida cotidiana. La cartera la usaré hasta que se encuentre toda ajada (y como es de piel, yo creo que todavía le faltan un par de años para eso), la camisa, aunque me gusta mucho, casi no la uso, así que tampoco la voy a regalar o a tirar.
Lo único que hice, en tenor de un cambio, es bajar al tigrito. Se parece a mí. Tiene el ceño fruncido, pero es inofensivo. Ha dejado de estar en la parte trasera de mi auto, el cual dado mis circunstancias monetarias actuales, casi no uso, para pasar a formar parte del adorno de la casa. Yace entre don cangrejo y Kenny.
¿Por qué tendría que deshacerme de una cartera, una camisa y un tigre de peluche? Porque es un regalo de ella. El único que me hizo en todo el tiempo que la conocí (fue de cumpleaños). No me estoy quejando de que fue el único regalo, estoy diciendo que al ser el único (hablo en singular porque las tres cosas fueron en una sola exhibición) no tengo más objetos transicionales en los cuales proyectar mi interés.
De haber más objetos relacionados con ella, convivir con ellos sería más sencillo. Pero la verdad es que, fuera del tigrito, los otros dos objetos los uso. Y como todos los objetos que uso, los dejaré de usar hasta que ya den pena. Después de todo, soy un hombre que no suele hacer muchos cambios en su vida.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Trolljegeren

Me encuentro leyendo un libro llamado “El quinto día” del alemán Frank Schätzing y como todavía no la he terminado, porque son un montón de hojas, y no estoy en ello al 100%, solo lo mencionó para comentarles sobre la película “El cazador de Trolls”. Lo que tienen en común el libro y la película es Noruega. También viene a mi mente la película o libro “Män som hatar kvinnor” de Stieg Larsson, que aunque este autor es de origen Sueco, tiene en común, con las otras dos ideas, el frío.
Y es que así como el libro de Larsson y El quinto día, la película del cazador de trolls, es un poco aburrida. Si no han leído a Larsson o visto la película (la versión no gringa, que se me hace que todavía está de más hueva) o empezado a leer o ya leído el quinto día, no saben al tipo de aburrimiento que me refiero. Y es que al final tanto los libros, como la película (bueno el quinto día todavía no lo termino, pero va interesante) son bastante entretenidos.
Sí, ya sé que antes escribí que están medio aburridonas, pero así empiezan. Luego mejoran. De esas tres obras, la que más me ha gustado hasta el momento, es el libro de Larsson. Aunque me enfocaré a la película del cazador de trolls, que recién vi. El cazador de Trolls trata sobre eso, la vida de un cazador de trolls. Es decir, no la vida, más bien un pequeño documental de la vida de un cazador de trolls. Porque el formato de la película intenta evocar el formato de la Bruja de Blair, aunque la calidad de la cinta es de una película cualquiera.
Un grupo de investigadores-estudiantes de la una universidad, intentan entrevistar a un cazador de osos (guiño) que al inicio esta renuente a platicar con ellos, pero como lo siguen a donde quiera que va, termina por aceptarlos y también por hablar del tema, que nos indica conforme avanza la cinta, es tema de estado.
La idea básica no es nada mala, me parece que tiene mucha tela de donde cortar, pero la realización no me convenció. Como dije antes, es un poco aburrida. Salvo los instantes donde salen los trolls (y esto es más imagen que trama), no hay mucha acción ni desarrollo de los personajes; tal vez se salva un poco el personaje principal, Hans, el cual es presentado como una persona solitaria, excelente en su trabajo, que no valora lo impresionante de su trabajo (pues alguien lo tiene que hacer). Hans, sin tener la pose de Willis o Cage en su infinidad de películas, es presentado de una manera más humana, más cercana. Tal vez por eso uno cree en verdad que se trata de un cazador de trolls, porque bien podría pasar por un cazador de osos.
Nada más que los trolls no existen. Y este es un punto donde me parece falla el desarrollo de la película.
- ¿En serio existen los trolls?
- Sí
- Nooooo (con matiz de incredulidad)
- …
- ¡Ahí va uno!
- ¡¿Lo filmaste, lo tienes?!
- Sí
Y ya. La sorpresa de los neófitos es equiparable a sorprenderse por un, digamos, perro de 80 kilos: es algo poco común de ver, pero no imposible de imaginar. Así que sin más, aceptan la existencia de los trolls (porque además tienen la evidencia en video) y ayudan al buen Hans a cazarlos. Me hubiera gustado que se profundizara más en el tema de los trolls, su historia, los tipos, sus costumbres, los nombres, sus significados, la razón de llamarlos así, y todo eso expuesto con dibujos o fotos. Porque sí, se hace una breve explicación, hay dos tipos de trolls, los de montaña y los de bosque (¿…?) y menciona algunos nombres, los cuales están en (supongo) noruego y son un trabalenguas para un hispanoparlante, por ejemplo strkojungenstruc.
Tampoco alcanzan a desarrollarse las personalidades de los demás personajes, cuáles son sus ideas, motivaciones, creencias, el impacto del saberse conocedores de algo que pocos en el mundo. Yo creo que esto se debe al frío. Al ser un país congelado (tal vez exagero), las cosas se desarrollan sin mucha enjundia, pero sí con mucha determinación. Y para ejemplo ahí están los libros de Larsson, el quinto día y el cazador de trolls. Comienzan lento, pero conforme pasa el tiempo, van mejorando.
Cazador de trolls es una película que vi en la comodidad de mi camita; tenía la intensión de irla a ver al cine, pero como no encontré con quien ir (estoy solito, buaaaa), la bajé de la red. La verdad es que después de verla, no me arrepiento de no haber ido al cine. Y es que la película, a diferencia de los libros, no termina de entrar en calor. Mi recomendación es verla en casa, en una tv de alta definición, cuanto más grande mejor. Altamente recomendable para los fans de los seres mitológicos y para cuando no hay nada más que hacer.


martes, 13 de diciembre de 2011

Libre asociación

Detente, para, deja de
correr, frágil corazoncito...
Permite que el manto
de lo insondable
adelante la víspera
Déjeme  conocer 
aquello que solo es indicio
Para, para, para...

Y segundas partes…

¡No me pinche chinguen mamen! Perdón por el exabrupto, pero recién hace escasos minutos terminé de ver la película Tropa de Elite 2 - O Inimigo Agora É Outro, que es la segunda parte de "Topa de Elite". En realidad pueden ver la segunda parte, sin haber visto la primera. Pero les recomiendo que vean ambas.

Como se podrán dar cuenta, mi exabrupto es porque no encuentro las palabras correctas para decirles lo chingonsisisisisisma que esta ésta película. Esos brasileños, aparte de hacer viejas bien sabrosotas, hacen buenas películas. Bueno tal vez exagero, pero “Ciudad de Dios” tampoco tiene mamá.
Esta película tiene casi de todo, de cierta manera, y para que puedan ir entrando en contexto, podría equipararse con la película mexicana “El infierno”. Más o menos manejan el mismo tipo de problemática social, como el narcotráfico, ejecuciones, balas, corrupción.
Solo que a diferencia del “Infierno” me parece que “Tropa de Elite” esta apegada un poco más a la realidad. Quiero decir, que es más probable que sucedan hechos como los relatados en la película brasileña, que en la mexicana.
Pero ambas películas tienen algo que se requiere para ser una buena película: personajes entrañables. En “Tropa de Elite” tenemos al ahora Teniente Coronel Roberto Nascimento, destacado miembro del BOPE, que por razones que ese explican en la película, trabaja como Subsecretario de Seguridad del Gobierno de Río de Janeiro, ocupando un puesto muy alto para ser un policía.
Y es un personaje entrañable porque es humano, y como tal, tiene aciertos y errores. No es un santo. Mata y disfruta de la violencia, le gusta ser policía, adora ser BOPE. El BOPE, si es que no han ido a la liga que lo explica con mayor detalle, es similar al SWAT gringo, pero a ritmo de samba. Así que no son una policía cualquiera. Son rompe madres, para eso los entrenan. En ambas películas, la tortura sistemática por los cuerpos policiales no es presentada como un acto que no debe cometerse, al contrario, me parece que hasta lo exalta.
De cierta manera, convalida la tortura en aras de obtener información importante para mermar a la delincuencia. Y es aquí donde esta un punto de inflexión interesante ¿Y qué si la delincuencia esta el sistema? Para ser franco, desconozco si la corrupción en Brasil pueda equipararse a la corrupción de México. Personalmente creo que la corrupción mexicana solo es superada por la corrupción en Rusia o algún país proveniente de la vieja Unión Soviética. Y a lo mejor la corrupción mexicana les viene ganando.
“Tropa de Elite 2” plantea el hipotético escenario de que la corrupción se encuentre a niveles gubernamentales (que en México es más una práctica que una hipótesis) y lo que sucede si se encuentran personajes que buscan combatirla. Pero en serio. De cierta manera, presenta una visión de final feliz, donde si bien no se termina con el derrocamiento de la corrupción, si plantea una visión donde se le da un buen golpe al mismo.
Dice el Coronel Nascimento que el sistema, para proteger un brazo, ofrece una mano. Así que sí, al final mueren algunos corruptos, otros van a la cárcel, pero queda claro que la corrupción continuará. Me quedé pensando si los brasileños pudieran creer que una situación como la planteada en esa película sería posible. La situación es el combate de la corrupción, por exposición de los actos delictivos de políticos y el hecho de que algunos, no los más poderosos por cierto, reciban castigo.
En México es algo todavía impensable. Se han expuesto actos delictivos de políticos y más allá de un par de rasguños, no les pasa gran cosa. Ahí tienen el caso del señor de  las ligas, que ya anda formando pues algo así como un partido o una corriente de sabe que lineamiento político; la presentación de Arturo Montiel en el ungimiento del dinosaurio copetón; la presentación y actividad política del que fuera el enemigo público número uno de México, el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, que hasta en revistas “nice” ha salido como si se tratará de toda una personalidad integra y ética, que es encomendable dar a conocer a la sociedad; y un largo etcétera, pero supongo que ya me captaron la idea principal.
Y es que la parte fundamental que, según la película, da pie a que pueda existir un combate a la corrupción, es que exista una corporación policiaca (BOPE) con poca o nula corrupción. La verdad desconozco si esa corporación brasileña realmente sea tan virtuosa como se plantea, pero aquí en México, no medimos las corporaciones policiacas (y prácticamente todas las instancias políticas y de gobierno) por su nivel de virtuosidad, sino por su nivel de corrupción, donde es mejor el menos corrupto. Que se la hace, aquí medimos con números rojos.
Pero bueno, tal vez por eso es que me emocionó tanto “Tropa de Elite 2”, porque presenta la posibilidad de una mejor sociedad, que depende del apoyo y acción de personas comprometidas con mejorar la sociedad. Aquí llevamos más de 40 000 muertos y la corrupción incluso aumenta. Y los movimientos de la sociedad por cambiar eso son reprimidos con torturas y muerte de los dirigentes. Por eso es que en lugar de hacer una película tipo “Tropa de Elite” aquí se hizo (y se hizo bien) “El infierno”.
Desde este espacio digital, un aplauso al elenco de “Tropa de Elite 2”, que rompen con el paradigma de que segundas partes nunca fueron buenas. Esta segunda parte, es incluso mejor que la primera. De verdad, no pueden dejar de ver “Tropa de Elite” y “Tropa de Elite 2”, les dará de que reflexionar.

viernes, 9 de diciembre de 2011

No estoy interesado en vivir

Más o menos con esa frase quisiera empezar una plática con mis padres. Están un poco preocupados, al fin y al cabo son buenos padres. Les preocupa mi actual estado de indiferencia. No estoy trabajando. No mucho. Me dedico a las puras labores intelectuales de la escuela. Aunque sin mucho afán, tampoco.
No estoy interesado en vivir, pero no se preocupen, tampoco soy un suicida, continuaría mi alegato. Tomen mi frase como “No me gusta el frío” y es que en realidad, no me gusta. No tanto frío. Pero no puedo hacer gran cosa contra el frío. Taparme, no salir si no es necesario, hacer más pasadero el tiempo de frío. No puedo hacer que el frío desaparezca. Tal vez podría irme a otro lugar, donde el frío ya haya pasado.
Así con la vida, mi vida. Hacer todo lo que está a mi alcance para hacerla más pasadera. Intentar huir, aunque a diferencia del frío, ¿A dónde puede uno huir que no haya vida?, entretenerme hasta que la naturaleza haga su trabajo. Tarde o temprano todo acabará. Sin embargo, no estoy particularmente interesado en continuar peleando. Así es como veo mi vida, una continua lucha contra lo que tengo, lo que quiero, lo que puedo llegar a tener, lo que no puedo tener (ni llegar a tener).
De verdad creo que me he esforzado durante los últimos diez o quince años de mi vida. Esforzarme por llegar a tener paz y tranquilidad. Mucho de esto lo fundamento en una entrada corriente, constante y suficiente de efectivo. No me vengan con esas moralidades, de que “no todo es dinero”. No todo es dinero, pero cuanto ayuda.
Y actualmente no tengo dinero, no para retirarme a vivir de mis rentas, no para los digamos, próximos cinco años de mi vida. Y el tiempo juega, con cada segundo que pasa, en mi contra. Más viejo, con más experiencia laboral, pero también con menos paciencia y con menos ganas de “aguantar” trabajos donde poco o nada importa los años de estudio que tienes.
Le aposté a los estudios superiores. Me equivoque de área. En tecnologías, en este país, las maestrías y doctorados, solo te aseguran una posición media y más enfocada a la docencia. Tal vez si me hubiera dedicado a las áreas económica-administrativas, otro gallo me cantaría. Pero no se puede cambiar el pasado, sólo puedes aprender de él. Y a veces ni eso.
Estoy cansado, cansado de pelear, de luchar, de demostrar mi valía como un buen elemento laboral. Renuncio. A mis padres les preocupa que no quiera casarme, tener pareja. ¿Cómo explicarles que no confió en el futuro? Vamos, no soy un (sin ofender) albañil, al contrario. Estaba revisando, por pura curiosidad los requisitos que piden para emigrar a otros países. En particular, estaba revisando el de Canadá. Puntos extras si tienes 18+ años de estudio, todavía más puntos extras si esos estudios caen dentro del campo requerido por ese país.
Así que visto desde este punto de vista, otro país que no me conoce, me da, de entrada, una mejor puntuación que el país que me ha visto desarrollarme en todos los aspectos de mi vida. Pero tampoco soy de la vena emigrante. Aunque se siente bonito, y hace más pasadera mi estancia, el saber que de alguna manera hay otras posibilidades que en principio me son negadas en el lugar donde realmente quiero vivir.
Analizando un poco, esta idea de “emigrar” me parece que tiene una connotación más inconsciente. “Emigrar” es el desplazamiento de “huir”. Al menos eso creo. Huir. Ya lo he dicho en entradas anteriores, uno puede huir de casi todo, menos de uno mismo. Así pues, no estoy particularmente interesado en seguir viviendo. Como dije anteriormente, renuncio, renuncio a seguir peleando, a seguir intentando con más ganas que perspectiva a futuro, renuncio a conseguir una fuente constante, suficiente de efectivo y me dedicaré a vivir al día. Así como los albañiles. Al menos los noto más felices.
Definitivamente el frío no ayuda a mejorar mi estado de ánimo, ¿Pero qué le hacemos? Si tuviera algún indicio de que mis padres pudieran seguir mi hilo de razonamiento sobre mi vida y mi renuencia hacia ella, entablaría la conversación. Pero ¿Qué van a hacer con esta información? En realidad no pueden hacer mucho. Ya han hecho mucho. Me siguen dando techo, alimento, cobijo y amor. ¿Qué más les puedo pedir? ¿Cómo hacerles entender que hay algunas personas, tal vez no muchas, que no nacimos para vivir?
Ah la culpa, casi estoy seguro que de enterarse de esta entrada, la culpa los consumiría. No habría forma de hacerles entender que no es cuestión de ellos. Es cuestión mía. Convencerlos que ellos no han fallado, pero es que simple y llanamente hay algunas personas que no nacimos para vivir. Así como nacen personas con habilidades para la música, las artísticas,  la enseñanza, hay algunas que no estamos conformes con la vida.
Deberían dejarnos marchar. Total, un humano menos en este mundo, no hace gran diferencia a la humanidad. Ni falta, tampoco.

Que siempre sí

Oh la vanidad, el pecado favorito del mismísimo demonio colorado, según lo acepta al final de la película “El abogado del diablo”. A veces un extra o falta de dos o tres milímetros de carne, cartílago o hueso hacen la diferencia. A veces hace falta como kilo y medio. Desde luego, la apariencia sí importa. Que siempre sí.

Y es que desde que vi a Stana Katic en el papel de la detective Kate Beckett se me hizo injusto que en una sola mujer se conjuntaran belleza, inteligencia, carisma. Pero siempre no, la perfección solo existe en la mente de uno. En la vida real, siempre hace falta algo. O sobra algo. En el caso de Stana Katic, apenas un par de milímetros de cartílago, carne y piel, sobrantes de su nariz para hacerla perfecta.
Aquí les pongo la comparativa del antes y el después. Realmente es muy poco el material retirado, creo, pues no soy un médico cirujano. Pero ese poco hace la diferencia. La diferencia entre salir de extra en las series de televisión y ser la protagonista. Así que ¿Cuántos y cuántas con una pequeña extracción alcanzan la perfección? Perfección y no. Perfección según mis estándares, y seguramente la de muchos más. Pero en realidad no existe una medida universal de perfección. Para algunos es digamos, Sandra Bullock.

Tomada de http://www.youtube.com/watch?v=BZbWJ4fJ4Og al 1:06



Las personas se relacionan con nosotros según nos ven. Pero increíblemente no estamos hechos para “autovernos”. Tenemos indicios de cómo nos perciben los demás, por la manera en que interaccionan con nosotros, esto es, de manera indirecta. Y no es hasta que preguntamos (y casi siempre no lo hacemos), que sabemos con mayor exactitud que sentimientos les provoca nuestra presencia.
Esos kilos menos, esos milímetros de más o de menos, hacen la diferencia. Pero esos kilos o milímetros de más o de menos no afectan los procesos psicológicos internos. O no deberían. Pero la realidad es que si afectan, no de la manera en que afecta el parkinson al cerebro, pero si por la forma en que nos tratan los demás. Esos extras o sobras hacen que los demás nos traten con preferencia o que nos eviten con preferencia. Pero lo que uno piensa, al principio, no se encuentra determinado directamente por el físico de uno, aunque después si afecta, porque reaccionamos a las reacciones que le provocamos a los otros.
Esto tiene que ver con el autoconcepto y en general con la autoestima. Nuestra autoestima se encuentra determinada en gran medida por las reacciones de los demás. Aunque dependiendo de las experiencias y el autoconocimiento, podemos hacer que nuestra autoestima dependa cada vez menos de los demás. Eso nos acerca más a la vida de un ermitaño. Así que como dice el dicho, no hay hombres ni mujeres feas, lo que hay es una carencia de efectivo.
Con efectivo, no tienes necesidad de trabajar y sin necesidad de trabajar tienes tiempo extra para hacer ejercicio y bajar esa grasa extra. Con efectivo puede hacerte todas las cirugías que puedan acercarte a la perfección. Ser amado, deseado, nada mas por cómo te ven los demás. Una fantasía recurrente que tengo, es tener la habilidad de un shapeshifter (un cambiante, metamorfo, un ser humano capaz de cambiar de forma, tomar la forma de un animal o de otra persona) y cambiar mi forma, para ser un Brad Pitt (captan la idea) y ver la reacción de los demás. Porque mis procesos mentales no cambiarían. Al menos eso creo.