Como se podrán dar cuenta, mi exabrupto es porque no encuentro las palabras correctas para decirles lo chingonsisisisisisma que esta ésta película. Esos brasileños, aparte de hacer viejas bien sabrosotas, hacen buenas películas. Bueno tal vez exagero, pero “Ciudad de Dios” tampoco tiene mamá.
Esta película tiene casi de todo, de cierta manera, y para que puedan ir entrando en contexto, podría equipararse con la película mexicana “El infierno”. Más o menos manejan el mismo tipo de problemática social, como el narcotráfico, ejecuciones, balas, corrupción.
Solo que a diferencia del “Infierno” me parece que “Tropa de Elite” esta apegada un poco más a la realidad. Quiero decir, que es más probable que sucedan hechos como los relatados en la película brasileña, que en la mexicana.
Pero ambas películas tienen algo que se requiere para ser una buena película: personajes entrañables. En “Tropa de Elite” tenemos al ahora Teniente Coronel Roberto Nascimento, destacado miembro del BOPE, que por razones que ese explican en la película, trabaja como Subsecretario de Seguridad del Gobierno de Río de Janeiro, ocupando un puesto muy alto para ser un policía.
Pero ambas películas tienen algo que se requiere para ser una buena película: personajes entrañables. En “Tropa de Elite” tenemos al ahora Teniente Coronel Roberto Nascimento, destacado miembro del BOPE, que por razones que ese explican en la película, trabaja como Subsecretario de Seguridad del Gobierno de Río de Janeiro, ocupando un puesto muy alto para ser un policía.
Y es un personaje entrañable porque es humano, y como tal, tiene aciertos y errores. No es un santo. Mata y disfruta de la violencia, le gusta ser policía, adora ser BOPE. El BOPE, si es que no han ido a la liga que lo explica con mayor detalle, es similar al SWAT gringo, pero a ritmo de samba. Así que no son una policía cualquiera. Son rompe madres, para eso los entrenan. En ambas películas, la tortura sistemática por los cuerpos policiales no es presentada como un acto que no debe cometerse, al contrario, me parece que hasta lo exalta.
De cierta manera, convalida la tortura en aras de obtener información importante para mermar a la delincuencia. Y es aquí donde esta un punto de inflexión interesante ¿Y qué si la delincuencia esta el sistema? Para ser franco, desconozco si la corrupción en Brasil pueda equipararse a la corrupción de México. Personalmente creo que la corrupción mexicana solo es superada por la corrupción en Rusia o algún país proveniente de la vieja Unión Soviética. Y a lo mejor la corrupción mexicana les viene ganando.
“Tropa de Elite 2” plantea el hipotético escenario de que la corrupción se encuentre a niveles gubernamentales (que en México es más una práctica que una hipótesis) y lo que sucede si se encuentran personajes que buscan combatirla. Pero en serio. De cierta manera, presenta una visión de final feliz, donde si bien no se termina con el derrocamiento de la corrupción, si plantea una visión donde se le da un buen golpe al mismo.
Dice el Coronel Nascimento que el sistema, para proteger un brazo, ofrece una mano. Así que sí, al final mueren algunos corruptos, otros van a la cárcel, pero queda claro que la corrupción continuará. Me quedé pensando si los brasileños pudieran creer que una situación como la planteada en esa película sería posible. La situación es el combate de la corrupción, por exposición de los actos delictivos de políticos y el hecho de que algunos, no los más poderosos por cierto, reciban castigo.
En México es algo todavía impensable. Se han expuesto actos delictivos de políticos y más allá de un par de rasguños, no les pasa gran cosa. Ahí tienen el caso del señor de las ligas, que ya anda formando pues algo así como un partido o una corriente de sabe que lineamiento político; la presentación de Arturo Montiel en el ungimiento del dinosaurio copetón; la presentación y actividad política del que fuera el enemigo público número uno de México, el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, que hasta en revistas “nice” ha salido como si se tratará de toda una personalidad integra y ética, que es encomendable dar a conocer a la sociedad; y un largo etcétera, pero supongo que ya me captaron la idea principal.
Y es que la parte fundamental que, según la película, da pie a que pueda existir un combate a la corrupción, es que exista una corporación policiaca (BOPE) con poca o nula corrupción. La verdad desconozco si esa corporación brasileña realmente sea tan virtuosa como se plantea, pero aquí en México, no medimos las corporaciones policiacas (y prácticamente todas las instancias políticas y de gobierno) por su nivel de virtuosidad, sino por su nivel de corrupción, donde es mejor el menos corrupto. Que se la hace, aquí medimos con números rojos.
Pero bueno, tal vez por eso es que me emocionó tanto “Tropa de Elite 2”, porque presenta la posibilidad de una mejor sociedad, que depende del apoyo y acción de personas comprometidas con mejorar la sociedad. Aquí llevamos más de 40 000 muertos y la corrupción incluso aumenta. Y los movimientos de la sociedad por cambiar eso son reprimidos con torturas y muerte de los dirigentes. Por eso es que en lugar de hacer una película tipo “Tropa de Elite” aquí se hizo (y se hizo bien) “El infierno”.
Desde este espacio digital, un aplauso al elenco de “Tropa de Elite 2”, que rompen con el paradigma de que segundas partes nunca fueron buenas. Esta segunda parte, es incluso mejor que la primera. De verdad, no pueden dejar de ver “Tropa de Elite” y “Tropa de Elite 2”, les dará de que reflexionar.
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