jueves, 15 de diciembre de 2011

Trolljegeren

Me encuentro leyendo un libro llamado “El quinto día” del alemán Frank Schätzing y como todavía no la he terminado, porque son un montón de hojas, y no estoy en ello al 100%, solo lo mencionó para comentarles sobre la película “El cazador de Trolls”. Lo que tienen en común el libro y la película es Noruega. También viene a mi mente la película o libro “Män som hatar kvinnor” de Stieg Larsson, que aunque este autor es de origen Sueco, tiene en común, con las otras dos ideas, el frío.
Y es que así como el libro de Larsson y El quinto día, la película del cazador de trolls, es un poco aburrida. Si no han leído a Larsson o visto la película (la versión no gringa, que se me hace que todavía está de más hueva) o empezado a leer o ya leído el quinto día, no saben al tipo de aburrimiento que me refiero. Y es que al final tanto los libros, como la película (bueno el quinto día todavía no lo termino, pero va interesante) son bastante entretenidos.
Sí, ya sé que antes escribí que están medio aburridonas, pero así empiezan. Luego mejoran. De esas tres obras, la que más me ha gustado hasta el momento, es el libro de Larsson. Aunque me enfocaré a la película del cazador de trolls, que recién vi. El cazador de Trolls trata sobre eso, la vida de un cazador de trolls. Es decir, no la vida, más bien un pequeño documental de la vida de un cazador de trolls. Porque el formato de la película intenta evocar el formato de la Bruja de Blair, aunque la calidad de la cinta es de una película cualquiera.
Un grupo de investigadores-estudiantes de la una universidad, intentan entrevistar a un cazador de osos (guiño) que al inicio esta renuente a platicar con ellos, pero como lo siguen a donde quiera que va, termina por aceptarlos y también por hablar del tema, que nos indica conforme avanza la cinta, es tema de estado.
La idea básica no es nada mala, me parece que tiene mucha tela de donde cortar, pero la realización no me convenció. Como dije antes, es un poco aburrida. Salvo los instantes donde salen los trolls (y esto es más imagen que trama), no hay mucha acción ni desarrollo de los personajes; tal vez se salva un poco el personaje principal, Hans, el cual es presentado como una persona solitaria, excelente en su trabajo, que no valora lo impresionante de su trabajo (pues alguien lo tiene que hacer). Hans, sin tener la pose de Willis o Cage en su infinidad de películas, es presentado de una manera más humana, más cercana. Tal vez por eso uno cree en verdad que se trata de un cazador de trolls, porque bien podría pasar por un cazador de osos.
Nada más que los trolls no existen. Y este es un punto donde me parece falla el desarrollo de la película.
- ¿En serio existen los trolls?
- Sí
- Nooooo (con matiz de incredulidad)
- …
- ¡Ahí va uno!
- ¡¿Lo filmaste, lo tienes?!
- Sí
Y ya. La sorpresa de los neófitos es equiparable a sorprenderse por un, digamos, perro de 80 kilos: es algo poco común de ver, pero no imposible de imaginar. Así que sin más, aceptan la existencia de los trolls (porque además tienen la evidencia en video) y ayudan al buen Hans a cazarlos. Me hubiera gustado que se profundizara más en el tema de los trolls, su historia, los tipos, sus costumbres, los nombres, sus significados, la razón de llamarlos así, y todo eso expuesto con dibujos o fotos. Porque sí, se hace una breve explicación, hay dos tipos de trolls, los de montaña y los de bosque (¿…?) y menciona algunos nombres, los cuales están en (supongo) noruego y son un trabalenguas para un hispanoparlante, por ejemplo strkojungenstruc.
Tampoco alcanzan a desarrollarse las personalidades de los demás personajes, cuáles son sus ideas, motivaciones, creencias, el impacto del saberse conocedores de algo que pocos en el mundo. Yo creo que esto se debe al frío. Al ser un país congelado (tal vez exagero), las cosas se desarrollan sin mucha enjundia, pero sí con mucha determinación. Y para ejemplo ahí están los libros de Larsson, el quinto día y el cazador de trolls. Comienzan lento, pero conforme pasa el tiempo, van mejorando.
Cazador de trolls es una película que vi en la comodidad de mi camita; tenía la intensión de irla a ver al cine, pero como no encontré con quien ir (estoy solito, buaaaa), la bajé de la red. La verdad es que después de verla, no me arrepiento de no haber ido al cine. Y es que la película, a diferencia de los libros, no termina de entrar en calor. Mi recomendación es verla en casa, en una tv de alta definición, cuanto más grande mejor. Altamente recomendable para los fans de los seres mitológicos y para cuando no hay nada más que hacer.


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