miércoles, 19 de noviembre de 2008

Ideas libres

Cuando empece este proyecto, mmm… a decir verdad la palabra “proyecto” se me hace muy pretenciosa, en el contexto, quiero decir. Bueno cuando empecé este desmadre tenía la intención de exponer mis ideas. El problema que noto es que pocas personas pueden hablar solo de ida. Esto es, que para que pueda uno exponer sus ideas es requisito que exista una retroalimentación. Pocas personas comentan por acá. Al principio me sentía mal; fue entonces cuando me di cuenta que en realidad quiero seguir exponiendo mis ideas –y traumas- por el puro, simple y llano placer de hacerlo.

Creo que me ha servido de terapia, aún y cundo no he expuesto cosas realmente personales. Salvo un par de escritos dedicados a ELLA –quién si no una mujer es la causante de tantas letras tristes, melancólicas y llenas de perdición, letras no sólo mías, de tantos y tantos hombres, ches viejas- en los momentos en que creí no volver a verla. En fin, me resulta agradable dejar algunos de mis pensamientos regados por este diario personal.

Aunque miento, en realidad esto no ha sido un diario. La verdad me da penita. Imaginen poner cosas personales de las que ni contigo mismo platicas. Tal vez algún día, pero no hoy. Así que tampoco esto es un diario personal. Sabe que es, pero me gusta. A veces paso revista de mis escritos; algunos me siguen gustando, otros me gustaría cambiarlos. Pero no pienso cambiar algo de lo que ya di por terminado, pues las considero como cicatrices: las cicatrices nos recuerdan aquello que es peligroso, que no debes hacer, hasta cierto punto es bueno tener esos “recuerditos”, pues te marcan el camino. Aunque bien dicen que el hombre es el único animal que comete el mismo error dos veces. Hasta más. Y por otra parte no pretendo ser un literato, mi cerebrito no da para tanto.

Y ya.

No hay comentarios.: