“Vísceras expuestas, miembros mutilados, cuerpos ultrajados, debe ser obra de un monstruo, de un ser antinatural…”
Sin embargo, hace poco más de 30 años comenzó un estudio formal del comportamiento criminal del ser humano. Apoyado en teorías del comportamiento, Robert K. Ressler, un investigador del
FBI, acuño el término Asesino Serial[1] para describir el comportamiento de un criminal que ha matado tres o más personas, de manera sistemática, cuyas víctimas poseen características y rasgos comunes; este tipo de criminal encuentra una gratificación psicológica en sus actos, que posiblemente sea el resultado de una compulsión que casi siempre se origina en etapas tempranas de su desarrollo mental.
Los asesinos seriales tienen motivaciones muy primitivas, como la necesidad de poder dominar a sus congéneres o la compulsión sexual. A fin de suplir estas necesidades cometen atrocidades que llevan dolor, sufrimiento y finalmente una muerte violenta a sus víctimas. Este comportamiento se explica regularmente por la falta de empatía hacia sus congéneres donde esta falta de empatía casi siempre se debe a que el asesino serial fue abusado[2] o vejado sexual, física o psicológicamente de pequeño, ya sea por sus padres, hermanos o algún personaje dentro de su círculo íntimo de relaciones, durante lapsos muy grandes de tiempo o de manera intermitente en el desarrollo de su personalidad.
Por otra parte, Helen Morrison[3], en su teoría de la compulsión de los asesinos seriales, dice que los asesinos seriales no son el resultado del abuso sexual, o bajo perfil socioeconómico, sino que son el resultado de un desarrollo emocional retardado. Este desarrollo retardado desemboca en que el asesino serial posea una personalidad fracturada o personalidades dispares. De tal suerte que el asesino serial no ha desarrollado niveles básicos de control emocional y como resultado posee sentimientos de insuficiencia y falta de valía propia, debido a abusos o humillaciones recibidas durante su desarrollo personal.
Siguiendo con la línea de pensamiento de H. Morrison, el asesino serial, cuando mata, se encuentra haciendo un tipo de experimentación, pues esta tratando de entender su propia existencia inflingiendo dolor, asesinando y experimentando con los cuerpos inertes de sus víctimas.
Es complicado diferenciar a un asesino serial, ya que por lo general se adaptan socialmente al entorno donde se desenvuelven, son miembros reconocidos o en el caso más austero, se les considera como personas normales. Hace falta un estudio más personal y que abarque todas las etapas de su vida, para poder diferenciarlo. Sin embargo, también existe el tipo de asesino serial, que si bien no se considera socialmente funcional, tampoco se le mira como una amenaza. Tal es el caso de los perturbados mentales que realizan trabajos de bajo perfil, que son autosuficientes y que en general no se les considera peligrosos.
Para poder detectar a un asesino serial, antes de que cometa sus actos, es necesario un estudio a fondo y personal, remontándose a todas las etapas de su vida, principalmente a en sus etapas tempranas de crecimiento, con el fin de detectar ciertos características comunes a los asesinos seriales: abuso sexual, fantasías sobre asesinar (todavía sin llevarse a cabo), tortura y desmembramiento de animales de compañía (perros, gatos, aves, etc.), deseos de dominación, sadismo, lujuria excesiva, piromanía, enuresis[4].
Sin embargo, es muy complicado por detectar a un asesino serial antes de que realice sus actos, ya que por definición el asesino serial debe cometer al menos tres homicidios en un determinado periodo de tiempo. Finalmente, cabe mencionar que a los asesinos seriales encajan en dos grandes categorías: los asesinos organizados y los desorganizados.
Los organizados tienen las siguientes características: poseen una inteligencia sobresaliente, son metódicos y planifican detalladamente sus crímenes. Para ello se apoyan en su atractivo físico, su aparente deseo desinteresado de ayudar al prójimo, o bien se enfocan a grupos socialmente expuestos, como los indigentes o las prostitutas.
2 comentarios:
Creo que lo vi en un programa de TV: A un grupo de asesinos seriales les preguntaron: Éstas en el funeral de tu mamá, ahora ya sólo que da en tu familia tu hermana, se han quedado solos, estando en el funeral ves a alguien que te impacta, lo idealizas como el amor de tu vida, pero después del funeral no lo vuelves a ver, no sabes nada de esa persona.
¿Qué harías para volver a verlo (a)?
Y todos respondieron: Matar a mi hermana, si él (ella) asistió al funeral de mi madre, lo hará al de mi hermana.
Y yo me quede asi de no mames, porque por alguna extraña razón cuando vi la pregunta yo respondí eso...
jajajajaja, ya me habian comentado ese minitest, y se supone que es para descubir a un posible asesino. Pero naaa, solo es leyenda urbana. A menos que lo hayas visto con tus mismitos ojos.
Por otra parte, los a.s. son muy inteligentes (lo organizados) y tal vez llegaste a la misma conclusion, porque es la conclusion mas logica. Despues de todo, una cosa es la teoria y otra la practica.
Mientras no te de por practicar...
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