domingo, 10 de diciembre de 2017

La persona correcta


¿Cómo sabes si estás con la persona correcta? Con respecto a la relación personal, de noviazgo, me refiero. Hubiera empleado la frase "en una relación amorosa", pero sigo sin saber que es el amor. Lo más cercano que conozco es la relación personal.
En mi caso, es bastante simple saber eso. Una vez, salía con una mujer que realmente me gustaba, físicamente primero, y luego en lo demás. Su figura me gustaba mucho: delgada, pero con curvas, tenía presencia, pero conmigo era una ternura. Nunca pudo decirme que no a algo. Eres mi debilidad, decía.
Bien, en una ocasión que viajamos en auto unas 3 horas; supe que era la indicada porque durante un largo tiempo del trayecto no dije nada. No hablé; después de los saludos iniciales, se subió al coche y comencé a manejar.
Me gusta manejar, trayectos largos y por carretera. No me gusta manejar en ciudad o lugares donde se hace tráfico. Así que estaba muy a gusto. Tenía a mi lado a una belleza de mujer (al menos a mí me volvía loco verla) y estaba haciendo algo que me gusta hacer: manejar trayectos largos.
Solo tenía el estéreo prendido e iba muy tranquilo. La verdad es que ni siquiera me había dado cuenta que iba en ese estado tan en paz. Estar en paz, que mi mente deje de estar pensando cosas es algo muy difícil de lograr para mí. Solo descanso cuando duermo y cuando estoy alcoholizado.
En algún punto del trayecto, mi entonces pareja, me voltea a ver y me dice muy preocupada “¿Estás enojado conmigo?” La cara de sorpresa que puse. Los primeros segundos no entendía bien que estaba pasando. Yo iba como dormido. Bueno no dormido, iba muy en paz con la vida.
Así que me sacó de ese estado de tranquilidad, un poco preocupada, creyendo que yo estaba enojado con ella. Muchas cosas pasaron al momento. No había razón para estar enojado con ella. Y porque de todas las emociones/sentimientos creyó precisamente que estaba enojado. Triste, preocupado, ausente, distraído. No. Enojado.
Tomando consciencia de mí, le dije como estaba. Claro que no estoy enojado. Estoy muy a gusto. Voy manejando, voy disfrutando el paisaje. Te traigo a mi lado (en ese momento le di un agarrón de pierna, que por dios eran hermosas). No sé porque crees que estoy enojado.
“Es que desde que me subí al carro, no me dices nada…” Sonreí. De verdad que voy muy a gusto. No tienes de que preocuparte. Me orillé al acotamiento y le di un beso. Tu compañía me hace sentir tan bien, que no me di cuenta que no vamos platicando. Tu presencia me tranquiliza.
Después de eso, me devolvió un beso, de esos que dices “Hey, regrésame mi campanilla…” y continuamos el viaje, ya platicando, del trabajo, de la familia, de que íbamos a comer y a donde, vil requisito. Lo importante es que estábamos juntos.
Hoy en día está casada (creo), tiene un hijo y otro en camino. Y yo sigo manejando. Casi siempre solo. Extraño su presencia. Extraño su cuerpo. Extraño platicar con ella. Por eso pienso que sigo sin saber que es el amor.

2 comentarios:

Alberto Carranza dijo...

Yo creo que la persona correcta aparece justo después de que tu te conviertas en la persona correcta.

lavega dijo...

Bienaventurados aquellos que se han convertido en la persona correcta! Los envidio. Snif!

Gracias por tu comentario.

Saludos