lunes, 6 de junio de 2016

La monogamia: ¿Realmente la ejercemos?




Fui a ver la película “¿Qué culpa tiene el niño?” con la exquisita Karla Souza; palomera, el taco de ojo no queda a deber, predecible. Si no tienen otra cosa mejor que hacer, se la recomiendo (sobre todo por la hermosísima Fabiola Guajardo, que sale entallada en un vestido rojo que la frase “esa de rojo” está más que justificada).

Derivado de esto, me puse a buscar en el Netflix que cosas hay de Karla Souza y di con una serie, que ya va para los dos años, llamada “How to get away with murder” cuya libre (mía) interpretación viene siendo “como cometer un asesinato sin ser castigado”. Es una serie sobre abogados y lo culeritos que son.

Esta entretenida. Sí, la recomiendo.

Total, que en esta serie, además de darte un esbozo de cómo es que los criminales se salen con la suya, y como esto de que las leyes son más pirujas que Mata Hari. Hace tiempo que me di cuenta que es pura farsa eso de la legalidad.

Por ejemplo, si un asesino es capturado en un video y ese video fue obtenido de manera “ilegal”, no puede ser utilizado para condenarlo. Digo yo, está bien, fue ilegal la manera de cómo se obtuvo el video, pero esencialmente se demuestra que sí cometió el crimen. Luego entonces debería ser condenado.

La realidad es que muchos criminales andan por ahí, sin recibir castigo. Les digo, esto de la legalidad es un burdo intento de impartir justicia. La justicia está del lado del Poder, sea dinero, influencias, corrupciones. La justicia es totalmente humana. Imperfecta. A veces creo que sería bueno regresar a que cada quien porte su revólver. Pero entonces sería la ley del más fuerte.

Por dónde sea, estamos jodidos. En fin.

Pero bueno, a parte de la cuestión de los crímenes y como se salen con la suya, en esta serie, a la parte en la que voy, debería intitularse “La fidelidad es como la justicia: todo mundo la conoce, pero nadie la ejerce”.

Y es que es una ponedera. Todo mundo es infiel. Y la justificación de las infidelidades está bien fundamentada. Así que, la idea del matrimonio queda bastante golpeada; cuando menos en lo que a la fidelidad respecta.

Yo creo que el ser monógamo es como la justicia: un invento de la humanidad para establecer cierto orden social. Francamente no me veo en una relación monógama. Nunca he sido fiel. O mejor dicho, monógamo.

Vaya, quiero decir, que ser fiel implica ser monógamo, pero también implica establecer una sociedad de mutua exclusividad con tu pareja. En mi caso, no llego a establecer esa sociedad, luego entonces no me considero infiel, porque no he jurado mantenerme exclusivo.

Por supuesto que del otro lado aplica lo mismo. Y es verdad, el saber que un afecto de mi amor este con otro, me da cierta cantidad de celos. Sobre todo si no sale conmigo por salir con el otro. Pero mientras eso no suceda en mi presencia, es como si no pasara.

Ojos que no ven, corazón que no siente.

Resulta ser que en la realidad, en mi realidad, en mi día a día, en mi relación con mis conocidos, la fidelidad es ejercida por muy pocos. Y esos pocos por lo general tienen más de 50 años. Los jóvenes, los de mediana edad y los pubertos, para nada.

Eso de declararse novios cada vez es más un mero trámite para establecer una relación consensuada para acariciarse.

En lo particular, creo que la monogamia es un invento del ser humano para poner reglas de convivencia y manutención. No quiero mantener a un ser humano que no lleve mi ADN en su cuerpo, por mucho que me guste la madre.

El ser monógamo es una actitud que va en contra de la naturaleza animal del ser humano. Pocos animales son monógamos, la gran mayoría esparce su simiente por donde puede, como se puede y hasta donde se puede.

La verdad es que no me veo siendo fiel a una mujer. No puedo. No me he enamorado, me dicen. El día que me enamore, ese día voy a pedir exclusividad mutua, insisten. Tal vez tengan razón; no me he enamorado.

Y al ritmo que llevo, creo que no conoceré el amor. Solo conozco el sexo. Casi nunca digo “vamos a hacer el amor”, digo “vamos a coger” o “vamos a echar pasión” u otras frases similares. Y no, no soy del tipo swinger, no está entre mis fantasías el tener relaciones con más de una persona la vez.

¡Eso es muy raro!

Las orgías, los tríos, cuartetos, intercambio o incluso el puro voyerismo no van conmigo. Solo una mujer al mismo tiempo. Aunque a lo largo del tiempo no sea siempre la misma mujer.

Me resulta complicado establecer este tipo de relaciones, porque por lo general, las mujeres buscan más la monogamia, o cuando menos el ser amadas. Muchas me han dicho que se acuestan conmigo por amor ¿Y cómo les digo que yo no sé lo que es el amor?

Obviamente que si les digo que yo no las amo, me van a mandar derechito a mi saludar a mi progenitora; eso y por supuesto que cero sexo. Así que me aguanto y les digo que yo también las amo.

Mi gran disonancia con el amor es que tengo la idea implantada de que el amar a una mujer implica monogamia. Y francamente no puedo ser monógamo. No al menos en estos momentos. Así que por eso me resulta complicado decir “amor” a una mujer, cuando sé que no es la única con la que me acuesto.

Y por lo mismo, no podría casarme, pues viviría en una hipocresía total. No. Prefiero así, cada quien en su casa, viéndonos cuando ambos estemos de acuerdo y cuando ya no quiera seguir así, terminar la relación.

Eso de estar casado y tener amantes, como para qué. Mejor no te cases y ten muchas amantes.  Nuevamente el problema con el amor: amante se usa de manera despectiva, cuando viene de la palabra amor. El amante es aquel al que amamos; la esposa debería ser la amante.
Pero no. La esposa es con la que te casas, y la amante es con la que le pones los cuernos. El amante es malo, entonces el amor es malo, pues es ese al que amamos.


No entiendo al amor.

2 comentarios:

Pollypink dijo...

Creo personalmente que deberías analizar que seria una relación sin sexo, imagina que no existe, ya una vez que quites ese factor, podrás desglosar realmente que es para ti el amor y el valor de las personas que realmente te quieren sobre todo si tienes una pareja.
No mencionas sobre los hijos que puede haber en el aspecto sentimental pero no creo que sea muy feliz que al tener uno el vea como sales y entras con muchas mujeres sobre todo dijeras tu es plan del gobierno para que haya un control y nos escupen la monogamia hasta en el cereal.
no se si tu viviste en una familia con un padre o madre o ambos pero ahí podrías partir el porque, de tu manera de ver las cosas en el amor. Ademas que deberías entender tal vez que una relación con una pareja definitiva es como si vivieras con un mejor amigo con el cual peleas a veces pero te hace sentir único y feliz, sobre todo acompañado (mas fuerte el sentimiento que hay en ese amigo que no cambiarias por nada). Es mi punto de vista personal y respeto el tuyo, saludos.

El arte de amar de Erich fromm dice cosas muy cierta de como los medios nos hacen ser como somos sobre todo en el amor, incluyendo el sexo y el estereotipo que buscamos como pareja. saludos.

lavega dijo...

Tal vez ese sea mi problema. Sentirme único. Muchas gracias por tu comentario. Y disculpa tardar en responder :)