lunes, 9 de marzo de 2009

De la armonía y otras cosas

Armonía: f. Conveniente proporción y correspondencia de unas cosas con otras
Proporción: f. Disposición o correspondencia de las partes con el todo o entre cosas relacionadas entre sí

Hablar de armonía y proporción de alguna manera nos remite a hablar de belleza, equilibrio, tranquilidad. Y de proporciones trata la presente entrega. Lamento mucho decir que no me refiero a las proporciones de Jessica Alba o Maribel Guardia, quiero exponer las proporciones de los salarios en México.

Ya desde la época de los Griegos se conocía la proporción y la armonía llegando a “descubrir” (en matemáticas todo existe, solo hace falta descubrirlo) el llamado Número Áureo que es una manera de describir la proporcionalidad y armonía. El nautilo es un claro ejemplo de la proporción áurea.

Regresando al tema de los salarios en México y con respecto a la armonía y proporción les presento a continuación datos duros independientes de cualquier contexto:

  • Los magistrados del poder judicial de la federación (así, en minúsculas) ganan 114% más que el presidente de dudosa procedencia (que cobra 148, 015 pesos mexicanos)
  • El equivalente a la fecha, en dólares es de 28 000 USD para los magistrados Mexicanos
  • Uno igualito, pero gringo cobra 17 000 USD
  • Uno igualito, pero Canadiense 20 000 USD
  • Uno igualito, pero Español 13 000 USD

Esto más o menos esta proporcionado, más o menos porque los otros tres países son de primer y segundo mundo, mientras que México es de tercero (porque no hay más baja denominación)
Ahora bien, si lo evaluamos con respecto al salario mínimo vigente de cada país obtenemos:

  • España 14 salarios mínimos
  • USA 15 salarios mínimos
  • Canadá 20 salarios mínimos
  • México 254 salarios mínimos

Obviamente cada salario es de cada país. Por eso debemos hablar de proporciones. Y ni así la libran los magistrados mexicanos. ¿Por qué hablar de proporciones? Porque es la manera más equilibrada de hacer comparaciones. No es lo mismo ser un ciudadano del Canadá que ser uno de Afganistán, sin ofender ni sobresaltar alguno en particular.

Aquí es donde la puerca tuerce el rabo, porque las proporciones se convierten en desproporciones, existe una clara falta de proporción. Sobre todo que los otros tres países que no son México, siguen manteniendo un equilibrio. Haciendo matemáticas básicas, los tres países (España, USA y Canadá) promedian 16.3 salarios mínimos. Si metemos a México en la ecuación, el promedio sube a ¡75.75 salarios mínimos! Felices los magistrados de los otros países si les dieran ese sueldo.

Alguna vez leí o escuche que una buena empresa es aquella en la que el que gana más, gana a lo más 10 veces más que el que menos gana. Es decir, si el CEO, gerente general o el título que sea que represente el máximo cargo gana digamos 100 000 pesos, el barrendero, los que hacen la limpieza, el repartidor de la correspondencia, cada uno debería ganar 10 000 pesos. 10 000 pesos en México lo ganan regularmente ingenieros, maestros (de escuela y de grado), licenciados y demás profesionistas que trabajan (o son explotados, no hay diferencia) por salarios.

Pero he aquí que en México carecemos de equilibrio, ¿Cómo es posible que exista paz y armonía si en lo más básico, que es el bien vestir, el bien comer, el bien educarse, no es armónico? FeCal y su horda de subalternos y en general toda la política mexicana no tienen ni una sola posibilidad de ganar la batalla contra el narcotráfico, contra la pobreza, contra la delincuencia organizada si no voltean a ver esta desproporción y hacen algo para hacer equilibrio.

Porque además a estos juececitos de quinta les pagamos (nuevamente quién si no, con nuestros impuestos) viáticos, aguinaldos, vacaciones, vaya ¡hasta las comidas! Háganme el favor; ¿en qué empresa le pagan la comida a sus empleados? Pinches jueces que paguen la comida con su dinero, a ver si siguen tragando en lugares de obscenos precios.
Y qué decirles de cuando se jubilan, que Afore ni que la manga del muerto, esas sí son señoras jubilaciones.
Así pues, México carece de armonía, existe una desigualdad exponencial en la distribución de la riqueza. Y yo me pregunto ¿Por qué si sabemos que los políticos son unos zánganos chupasangre, huevones, ineptos, los seguimos manteniendo? ¿A caso la proporción es 1000 políticos por ciudadano? Que yo sepa la cámara de diputados consta de 500 huevones y huevonas y la de senadores de 128, si fuera posible todavía más, huevones y huevonas. Esto nos da un total de 628 chupasangre, rejijos y rejijas de su recongalera madre.

En México somos poco más de 110 millones de habitantes. Claro habrá que descontar a toda la clase política, esto es, los presidentes municipales, los jueces estatales, los huevones y huevonas de las cámaras locales, y demás nefasta fauna política del país (por ejemplo los cuenta papeletas del IFE, y hasta eso, que ni lo hacen bien). Y ni así se hacen muchos, ah pero como joden al pueblo mexicano. Poquitos, pero con una mentalidad chingativa que ni los Nazis pudieron haber igualado en sus mejores épocas. Sí, somos más, muchos más. Ya basta, de verdad, ¡despertemos y sacudámonos estos lacras!

Nota: Los datos aquí expuestos son extraídos de la revista Proceso del 8 de Marzo del 2009 Año de Nuestro Señor Jesucristo, número 1688, p. 51. Cómprenlo o échenle un vistazo en su tienda departamental predilecta, trae buenos artículos

2 comentarios:

El Signo de La Espada dijo...

es verdaderamene lamentable y ofensivo que exista esa obsenidad, como bien la mencionas, de ganar tanto, tener tantos privilegios teniendo frente a ellos a un pueblo miserable.

El día que el magistrado, el diputado o el senador y demás ganen un salario decente, digno, que les permita vivir, retirarse dignamente o cuando menos que no tengan tantas prerrogativas a lo pendejo, ese día nos vamos a librar de vivales en esos puestos, un salario de unos 50000 al año 80000 al año no es nada despreciable, pero con eso no te haces asquerosamente rico. Esa oportunidad se cierra para aquellos que solo eso buscan.

Entonces el que busque esos puestos lo hará por verdadero compromiso ciudadano, por decencia, por honor.

lavega dijo...

Exacto, que la profesion de politico sea como cualquier otra. Cuantas familias enteras se dedican a la politica, desde padres, pasando por hermanos y hasta primos, a poco mucho amor a la politica? no lo creo, mas bien es una forma muy muy muy comoda de vivir. Y vivir como rico, con muchos lujos.

Salu2!