25 agosto 2011

Del linchamiento mediático

O de una vez que ya la cagaste, calladito(a) te ves mas bonito(a). Y me refiero al bipolar caso (bipolar porque sería de risa loca, si no es por las implicaciones sociales de trasfondo) de la pseudo famosa Azalia Ojeda, mejor conocida (?) como Azalia la negra, que salió en el infamoso programa del BigBrother.

Desde que supe del programa (BigBrother) me hice el prejuicio que los posibles participantes no podrían considerarse personalidades normales, donde normalidad debe entenderse como la personalidad que te permite desarrollarte, en términos generales, en el nicho social donde te encuentres, sin mayores complicaciones sociales (es decir, no ser un ladrón, asesino, extorsionador, etc., y tener un trabajo que te permita mejorar la situación social de donde te encuentres y vivir bien)

Aunque la mayoría de los participantes han pasado sin pena ni gloria, hay algunos casos que, supongo, a pesar de no quererlo, siguen en el BigBrother. Tal es el caso de la triste inspiración de esta entrada.
Y es que al ver el video, mi primer sentimiento fue de indignación, para luego pasar a una empatía y posterior frustración con la policía. Indignación por que el comportamiento de las protagonistas ameritaba la aplicación de la ley.



No el peso de la ley, únicamente la ley. Así de plano, así de sencillo. Pero el caso quedo impune. Hasta este momento. Por ahí he leído algunas referencias que serán citadas por la policía, que los policías involucrados ya levantaron su denuncia, etc. Pero hasta no ver, no creer. Y derivado de este comportamiento inicial, se da paso al racismo de clase ¿Desde cuando ser asalariado es considerado un insulto? ¿No debería más bien ser motivo de gusto? Yo quisiera ser asalariado, en lugar de eso, me comporto más como un albañil (sin ofender, y con respecto a la situación laboral) en busca de “jale”. Porque el gobierno del cambio no ha dado frutos y particularmente con el presidente del “empleo”, pues más bien se ha incrementado la cantidad de pobres en el país y se ha evidenciado una falta de empleos de calidad.

Las protagonistas, que en un acto inverso de clasisismo han sido catalogadas como “ladies de polanco”, le mientan la madre, no nada más a una persona, que la acción por sí misma es deleznable, sino que además le faltan el respeto a la autoridad. Y aqui viene otra reflexión: Si cinco policías no pueden someter (que la ley los habilita para tal acción) a dos personas ebrias ¿Qué podemos esperar de su actuar en contra del crimen organizado? ¡Tengo miedo!

Y he aquí la falta mas grave de la policía, pues falla en uno de sus objetivos principales, que es la de proporcionar seguridad a la población. Y fallan porque dejan ir a un par de personas alcoholizadas, que bajo prácticamente cualquier situación, no están capacitadas para manejar un auto de más de 1 000 kilogramos en una ciudad con tantos habitantes. Esta es, en mi opinión, la mayor falta de la actuación policiaca en este caso. Y por supuesto que deberían llamarles la atención.

Y digo que sentí empatía por la policía, porque a todas luces se nota la total falta de capacitación para manejar una situación como la presentada. De cinco, no hacen uno. Y sin justificarlos, tal vez el verdadero responsable de esta falta de capacitación, es la misma institución policial. Si el mismo policía no se cree la investidura (porque sí señores, es una investidura) de representante de la legalidad (uno de tantos, como los abogados, jueces, etc.) que tiene al portar el uniforme y le da el respeto debido, como espera que los ciudadanos les tengamos respeto al uniforme.

Pero como escribía mas arriba, tal vez no es su culpa. Y no importa que por ganar lo que ganen (no sé cuanto ganen, ¿Cinco mil, diez mil pesos?) no deban de imponer su autoridad, no la autoridad de ellos como personas, si no la autoridad de la ley, a la que representan. Y es que la ley, como tal, es un ente abstracto, por eso es necesario que una persona se invista de tal autoridad y la represente lo mejor humanamente posible. Y para ello, se requieren de personas que estén convencidas y crean en ese ente abstracto. De más esta decir que esa situación pocas veces se presenta.

Y por eso sentí frustración, frustración de saber que la policía, y en general prácticamente todos los cuerpos de seguridad pública, no están capacitados en su actuación, no tienen tácticas de disuasión, no tienen salud física,ni mental y muchas veces son a la vez, delincuentes. ¡Tengo miedo!

Ahora bien, digo que Azalia no ha salido del BigBrother porque una persona en aislamiento social, tiende a volverse muy agresivo. Es sabido que el alcohol suprime la actuación del Yo y del superYo. Es decir, suprime los mecanismos que tenemos todos los seres humanos para “comportarnos” en sociedad. Al suprimir esos sensores del comportamiento, queda expuesto el inconsciente, principalmente representado por el Ello, el cual contiene el lado oscuro de nuestra personalidad. Así pues, en términos prácticos, sale nuestro diablito a hacer de las suyas.

Y en el caso de las “ladies de polanco” tienen una cantidad de frustraciones que les provoca una angustia que a su vez se refleja en una agresividad a flor de piel, que cuando su Yo y superYo quedan anulados, sale a relucir en todo su esplendor. Pero además de sus frustraciones, tienen una conformación mental psicótica. El término psicótico no indica otra cosa que viven una realidad interna (propia y personal) que no se equipara con la realidad externa (que todos compartimos). Psicóticos famosos son por ejemplo el ex-presidente Vicente Fox, su esposa Marthita y en general todos los ex-presidentes y otros tantos políticos, que no viven en el mismo país que el resto de los mexicanos.

Y digo que tienen conformación psicótica porque las “señoritas” se comportan como si ellas fueran las ofendidas, cuando en realidad son las que ofenden. Esto se ve reafirmado en el segundo 36 del video compartido más arriba, donde la de blanco, identificada como Azalia Ojeda, un una situación psicótica, toma al policía y le dice que muestre su rostro a la cámara !Cuando ella es quien debería de esconderse¡
Es decir, ellas creen que están siendo extorsionadas por la policía y pretenden dejar evidencia en video de la manera en la cual fueron “vejadas”. Psicosis pura, hasta parece material de clase de psicología.

“Investigador” que es uno (eufemismo para no tildarme de “chismoso”), me puse a leer los comentarios del twitter. Lapidación virtual (virtual no por su inexistencia, que sí existe, virtual por ser expresada en el twitter). Desmedida, desproporcionada y muchas veces injustificada. Y no es que sea fan de la “negra”, es más, me cae “gorda” y eso que ni la conozco. Pero de sirvienta (¿por qué ser sirviente es una ofensa?), lesbiana, obesa, machorra, fea, naca, analfabeta, puta, y otro sin fin de epítetos no la bajan.

Voy a confesar, hasta yo metí mi twitt (aumentando el trendtopic), uno fue mi comentario a un comentario de un defensor de la “negra” que palabras más, palabras menos, la justificaba por ser mujer (si yo fuera mujer, creo que me sentiría ofendida por ese comentario). Y otro fue un twitt al secretario de seguridad pública del DF, con referencia a que él esta combatiendo la corrupción y yo le digo que la actitud tomada por la policía en el caso de Azalia era un tipo de corrupción. Si señor, la falta de actuación cuando debe de actuarse, es una falta por omisión y es un tipo de corrupción.

Al final, comparto estas reflexiones con ustedes mis asalariados lectores, del porqué me impacto la lapidación mediática de la que es objeto la “negra”. No justifico su actuar, que se ejerza la ley, que se le sancione como deba de ser sancionada. Pero hasta ahí. Y esta mujer, debería aplicar lo de “calladita te ves mas bonita”, ya que nada mas retorno al twitter para tratar de justificarse y volvió a ser trendtopic.

Y es que la víctima de tantos ataques, muchos vejatorios y evidentemente agresivos, es una expresión, creo, de un cansancio colectivo (¿Será este el tan cacareado inconsciente colectivo Jungiano?) de la sociedad mexicana, cansada de ser pobre, de tener trabajos que no le satisfacen, de malos salarios, de malos políticos que toman como objeto de escarnio la falta de modales de una persona (ebria), que tiene la mala (en estos momentos) fortuna de ser “famosa” y comportarse como lo hizo. De la otra involucrada en el video, nadie habla. Yo al menos no he encontrado referencias de su nombre y todos la ubican como la “amiga”.

Si toman, no anden haciendo desfiguros, que el cansancio colectivo esta cabrón.

No hay comentarios.:

El último día de mi vida (II y final)

Advertencia: El contenido del siguiente texto trata sobre el suicidio, desde mi punto de vista, por lo que no es la opinión de un experto y...