Y como es que no siempre es buena.
Desde hace ya cierto tiempo, unos 10 o 15 años, me volví un lector asiduo. A manera de guasa, les comento a mis compañeros de trabajo, que todos tenemos un TOC. Bien, el mío es tener pilas de libros. Se siente bien bonito cuando lo abres por vez primera, cuando le quitas el envoltorio. Si, ya me han dicho que ese gusto es algo muy extraño, raro.
De tal manera que tengo muchos libros encolados, y con cierta regularidad me presento a las librerías para adquirir más. Pero de manera extraordinaria, generalmente por recomendación, corto el orden de mi lectura, para atender eso, una recomendación. Eso paso con el libro “El caníbal de la Guerrero y otros demonios de la ciudad” autoría del abogado Marcos Hernández Valerio. La recomendación la escuche en el programa “El almohadazo” (102.5 MHz de MVS). Y vaya que prometía el título. Y como además soy fan de los temas relativos a las ciencias del comportamiento y la psicología, y aunque en esencia, el mentado libro no es precisamente de las ciencias del comportamiento, en cuanto pude fui a adquirir el material de lectura.
Como su nombre lo indica, trata de criminales de la sociedad. Asesinos, pederastas, violentos, todo un hato de finas personalidades. Total, el libro prometía. Pero cual político ungido, gran decepción. Presenta una redacción muy parecida a la del librillo “Cañitas” de Carlos Trejo. Si no han leído el de “Cañitas”, ni se molesten. Tal vez solo por la historia. Regresando al otro libro, que aunque está mucho mejor redactado que el de Trejo, aún así no llevo un proceso de limpieza en la escritura. Me parece que la idea es que no tuvo una corrección de estilo.
Por ejemplo, en la págin 74 dice:
“La escena tétrica del comedor la componía una mesa de madera pegajosa sobre la cual había un plato con residuos de carne humana quenada y unos cubiertos…”
Y lean lo que dice en la página 79:
“En el comedor había una mesa de madera sucia y pegajoso sobre ella, un plato con residuos de carne humana quemada y unos cubiertos de color verde …”
Otro ejemplo:
De la página 59:
“Asimismo, Olga Lidia señaló que el Caníbal de la Guerrero acostumbraba ver películas pornográficas y zoofílicas; su favorita era Guil´s, sobre la vida del Marqués de Sade. Se obsesionó tanto con el tema que leyó el libro Los días de Sodoma y Gomorra, y según la testigo…”
De la página 79:
“De acuerdo a las investigaciones periciales, José Luis acostumbraba ver películas pornográficas y zoofílicas; entre sus predilectas estaban Guil´s, sobre la vida del Marqués de Sade. Este tema sin duda le interesaba, pues su libro favorito era Los días de Sodoma y Gomorra.”
¿Captan la idea? Me da la impresión que su editor le dijo, de la misma manera que los maestros en la escuela cuando nos dejaban tarea, “Tienes que traerme 125 cuartillas, con letra del 12, simple espacio” Y de esta manera, el autor con jolgorioso candor, se puso a hacer copiar-pegar. Tampoco es que sean hojas enteras, pero conforme vas avanzando en la lectura te da por pensar ¿Esto no ya lo leí? ¿Me equivoqué de página? No me gusto ni tantito este enfoque.
Portada Libro
Como su nombre lo indica, el tema principal del libro es la historial del Caníbal Poeta, el cual se lleva como una tercera parte de la obra. En mi opinión el libro es una recopilación de sucesos periodísticos, ya que las subsecuentes historias, son eso, historias sin conexión entre ellas, que tratan sobre vejaciones, violaciones, actos criminales.
Lo malo es que se presenta con una redacción tipo nota roja. No es que su servidor escriba como el mismísimo Cervantes, pero tampoco les vendo mis escritos. Por eso me decepciona este libro. El tema tiene mucho potencial. Y una curiosidad, el último relato trata sobre la disfunción eréctil. Lo único que lo liga a la temática del escrito, es que se trata de un policía con disfunción eréctil.
Mi recomendación es que no lo compren. Pero si en verdad les interesa el tema, es un material que no debe faltar en su colección. Un coleccionista toma lo bueno y lo malo de lo que colecciona. O bueno, eso ya depende de cada quien.
Para aclarar el punto anterior les comento que si yo en lugar de escribir esta crítica, la hubiera leído, y con el interés que tengo sobre tema, aún así habría adquirido un ejemplar. Para finalizar me queda la idea de que si en lugar de presentar la información vía libro, el autor hubiera abierto un blog, tendría más de un seguidor.
En Ghandi
En Porrúa
Desde hace ya cierto tiempo, unos 10 o 15 años, me volví un lector asiduo. A manera de guasa, les comento a mis compañeros de trabajo, que todos tenemos un TOC. Bien, el mío es tener pilas de libros. Se siente bien bonito cuando lo abres por vez primera, cuando le quitas el envoltorio. Si, ya me han dicho que ese gusto es algo muy extraño, raro.
De tal manera que tengo muchos libros encolados, y con cierta regularidad me presento a las librerías para adquirir más. Pero de manera extraordinaria, generalmente por recomendación, corto el orden de mi lectura, para atender eso, una recomendación. Eso paso con el libro “El caníbal de la Guerrero y otros demonios de la ciudad” autoría del abogado Marcos Hernández Valerio. La recomendación la escuche en el programa “El almohadazo” (102.5 MHz de MVS). Y vaya que prometía el título. Y como además soy fan de los temas relativos a las ciencias del comportamiento y la psicología, y aunque en esencia, el mentado libro no es precisamente de las ciencias del comportamiento, en cuanto pude fui a adquirir el material de lectura.
Como su nombre lo indica, trata de criminales de la sociedad. Asesinos, pederastas, violentos, todo un hato de finas personalidades. Total, el libro prometía. Pero cual político ungido, gran decepción. Presenta una redacción muy parecida a la del librillo “Cañitas” de Carlos Trejo. Si no han leído el de “Cañitas”, ni se molesten. Tal vez solo por la historia. Regresando al otro libro, que aunque está mucho mejor redactado que el de Trejo, aún así no llevo un proceso de limpieza en la escritura. Me parece que la idea es que no tuvo una corrección de estilo.
Por ejemplo, en la págin 74 dice:
“La escena tétrica del comedor la componía una mesa de madera pegajosa sobre la cual había un plato con residuos de carne humana quenada y unos cubiertos…”
Y lean lo que dice en la página 79:
“En el comedor había una mesa de madera sucia y pegajoso sobre ella, un plato con residuos de carne humana quemada y unos cubiertos de color verde …”
Otro ejemplo:
De la página 59:
“Asimismo, Olga Lidia señaló que el Caníbal de la Guerrero acostumbraba ver películas pornográficas y zoofílicas; su favorita era Guil´s, sobre la vida del Marqués de Sade. Se obsesionó tanto con el tema que leyó el libro Los días de Sodoma y Gomorra, y según la testigo…”
De la página 79:
“De acuerdo a las investigaciones periciales, José Luis acostumbraba ver películas pornográficas y zoofílicas; entre sus predilectas estaban Guil´s, sobre la vida del Marqués de Sade. Este tema sin duda le interesaba, pues su libro favorito era Los días de Sodoma y Gomorra.”
¿Captan la idea? Me da la impresión que su editor le dijo, de la misma manera que los maestros en la escuela cuando nos dejaban tarea, “Tienes que traerme 125 cuartillas, con letra del 12, simple espacio” Y de esta manera, el autor con jolgorioso candor, se puso a hacer copiar-pegar. Tampoco es que sean hojas enteras, pero conforme vas avanzando en la lectura te da por pensar ¿Esto no ya lo leí? ¿Me equivoqué de página? No me gusto ni tantito este enfoque.
Portada Libro
Como su nombre lo indica, el tema principal del libro es la historial del Caníbal Poeta, el cual se lleva como una tercera parte de la obra. En mi opinión el libro es una recopilación de sucesos periodísticos, ya que las subsecuentes historias, son eso, historias sin conexión entre ellas, que tratan sobre vejaciones, violaciones, actos criminales.
Lo malo es que se presenta con una redacción tipo nota roja. No es que su servidor escriba como el mismísimo Cervantes, pero tampoco les vendo mis escritos. Por eso me decepciona este libro. El tema tiene mucho potencial. Y una curiosidad, el último relato trata sobre la disfunción eréctil. Lo único que lo liga a la temática del escrito, es que se trata de un policía con disfunción eréctil.
Mi recomendación es que no lo compren. Pero si en verdad les interesa el tema, es un material que no debe faltar en su colección. Un coleccionista toma lo bueno y lo malo de lo que colecciona. O bueno, eso ya depende de cada quien.
Para aclarar el punto anterior les comento que si yo en lugar de escribir esta crítica, la hubiera leído, y con el interés que tengo sobre tema, aún así habría adquirido un ejemplar. Para finalizar me queda la idea de que si en lugar de presentar la información vía libro, el autor hubiera abierto un blog, tendría más de un seguidor.
En Ghandi
En Porrúa
1 comentario:
Mmm.. pues gracias por la no recomendacion. A mi me encanta leer y tengo montones de libros, algunos de los cuales ya los pienso donar, porque aunque un coleccionista tome lo bueno y lo malo, también debe depurar de vez en cuando su colección para que esta tenga calidad.
Un saludote, espero que encuentres un buen libro en la siguiente compra.
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