Ayer fui a una universidad, a dejar mi fabuloso y compacto currículum vítae, para ver si les interesa mi experiencia y ponerme al frente de un grupo. Prácticamente es servicio social. La paga es bastante poca, creo que voy a gastar más en la gasolina que lo que voy a recibir de emolumento, pero mi estrategia es hacer contactos.
Hasta el día de hoy me había resistido a usar esto de los contactos. Iluso de mí. La verdad es que buenos puestos en el servicio federal (gobierno, por ejemplo) se dan más por a quien conoces, que por que tanto sabes. Triste, injusto, deplorable, pero cierto.
Ni hablar. De que se lo den a cualquier pendejo, a que se lo den este pendejo, pues prefiero que se lo den a este. De verdad, no tienen idea de los trabajos tan bien pagados que hay en las instancias de gobierno, y hay cada imbécil que los ostenta.
Así que veré como me va. Claro, que esto de dar clases no me asegura que me den contactos, pero tampoco se imaginan la cantidad de profesores que son buenos contactos o que conocen a buenos contactos. Esta entrada se pudo haber titulado “de los contactos y demás vicisitudes del ámbito laboral”. Pero no.
Actualmente “trabajo” para una persona que es catedrático de la universidad y esta laborando en un hospital, que es donde estoy haciendo mi servicio social, el de verdad. Así que siguiendo su consejo, metí mis papeles para el concurso. No me ilusiona tanto, pero cuando menos voy a realizar el acto simbólico de “trabajar” y recibir remuneración a cambio.
Es lo único que extraño de mi trabajo anterior, el dinero. Resulta que en la explanada de esta universidad estaba una campaña para hacerte el examen del VIH. Desde hace tiempo que traía la consigna de hacerme ese examen. No es que sea el super semental, pero he tenido “accidentes” (un par de veces se me ha roto el condón ¿no les ha pasado?).
Y pues aproveche para hacerme el examen el cual fue rápido, prácticamente indoloro (le tengo fobia a las agujas y cualquier objeto punzo cortante que intente atravesar mi piel). Además, salí con el paquetote: caja de condones, lubricante a base de agua, folletos y condones extra (ya no en caja). Supongo que doy la impresión de ser muy activo sexual. O tal vez es el paquete que le dan a todos. La verdad que no me fije que tanto le dieron a los otros. Ahora necesito con quien usarlos. Pero como dice nana Pancha, esa es otra historia.
A la par de este puesto de revisión/regalo de condones, estaban unas edecanes, ya saben, buenotas, bonitas con vestimenta untada, promocionando sabe que producto de la Bayer, anticonceptivos, creo. Porque esa campaña estaba dirigida a las mujeres. El caso es que como parte de su promoción, estaban obsequiando unas pulseras, de tela, que se anudan. Un vil listón.
Y como para hacer un poco de plática, me acerque a una de estas sabrosotas, para solicitarle muy atentamente que me regalara una pulsera. Mi intención era pasar el rato, en lo que salía el resultado de la prueba.
-Es que son nada más para mujeres. Dijo
-Ah, es que fijáte que mi NOVIA es fan de esas pulseritas, y pues le haría el día. Dije
...
-Ok, aquí tienes
-Gracias! Bye!
Huelga decir, o al menos es mi apreciación que a esta chica yo no le estaba cayendo nada mal, porque un poco antes, le pregunte de que se trataba su campaña y ya fue la que me dijo lo del examen y los condones. Luego del examen, ya con mi maquiavélico plan, es que regresé a pedir la pulsera. Pero era un vil pretexto.
Me sorprendí, responder como lo hice. Una porque no tengo novia y la otra porque al pensar la excusa vino a mi mente la Derpina (mi gran gran gran delirio amoroso, no correspondido, que ya no he visto y que en parte es la razón de alejarme del DF), que es fan de esas pulseras. Al menos eso creo, pues tiene una colección algo grande.
Si mi plan era ver que sacaba de esta edecán, para que chingados le digo que tengo novia. Y lo peor, la Derpina nunca fue mi novia. Que jodido estoy. Eso sí, a ella le gustan esas pulseras.
Doy pena ajena, me cae, soy un pésimo ejemplo para la comunidad masculina mundial, snif!
Hasta el día de hoy me había resistido a usar esto de los contactos. Iluso de mí. La verdad es que buenos puestos en el servicio federal (gobierno, por ejemplo) se dan más por a quien conoces, que por que tanto sabes. Triste, injusto, deplorable, pero cierto.
Ni hablar. De que se lo den a cualquier pendejo, a que se lo den este pendejo, pues prefiero que se lo den a este. De verdad, no tienen idea de los trabajos tan bien pagados que hay en las instancias de gobierno, y hay cada imbécil que los ostenta.
Así que veré como me va. Claro, que esto de dar clases no me asegura que me den contactos, pero tampoco se imaginan la cantidad de profesores que son buenos contactos o que conocen a buenos contactos. Esta entrada se pudo haber titulado “de los contactos y demás vicisitudes del ámbito laboral”. Pero no.
Actualmente “trabajo” para una persona que es catedrático de la universidad y esta laborando en un hospital, que es donde estoy haciendo mi servicio social, el de verdad. Así que siguiendo su consejo, metí mis papeles para el concurso. No me ilusiona tanto, pero cuando menos voy a realizar el acto simbólico de “trabajar” y recibir remuneración a cambio.
Es lo único que extraño de mi trabajo anterior, el dinero. Resulta que en la explanada de esta universidad estaba una campaña para hacerte el examen del VIH. Desde hace tiempo que traía la consigna de hacerme ese examen. No es que sea el super semental, pero he tenido “accidentes” (un par de veces se me ha roto el condón ¿no les ha pasado?).
Y pues aproveche para hacerme el examen el cual fue rápido, prácticamente indoloro (le tengo fobia a las agujas y cualquier objeto punzo cortante que intente atravesar mi piel). Además, salí con el paquetote: caja de condones, lubricante a base de agua, folletos y condones extra (ya no en caja). Supongo que doy la impresión de ser muy activo sexual. O tal vez es el paquete que le dan a todos. La verdad que no me fije que tanto le dieron a los otros. Ahora necesito con quien usarlos. Pero como dice nana Pancha, esa es otra historia.
A la par de este puesto de revisión/regalo de condones, estaban unas edecanes, ya saben, buenotas, bonitas con vestimenta untada, promocionando sabe que producto de la Bayer, anticonceptivos, creo. Porque esa campaña estaba dirigida a las mujeres. El caso es que como parte de su promoción, estaban obsequiando unas pulseras, de tela, que se anudan. Un vil listón.
Y como para hacer un poco de plática, me acerque a una de estas sabrosotas, para solicitarle muy atentamente que me regalara una pulsera. Mi intención era pasar el rato, en lo que salía el resultado de la prueba.
-Es que son nada más para mujeres. Dijo
-Ah, es que fijáte que mi NOVIA es fan de esas pulseritas, y pues le haría el día. Dije
...
-Ok, aquí tienes
-Gracias! Bye!
Huelga decir, o al menos es mi apreciación que a esta chica yo no le estaba cayendo nada mal, porque un poco antes, le pregunte de que se trataba su campaña y ya fue la que me dijo lo del examen y los condones. Luego del examen, ya con mi maquiavélico plan, es que regresé a pedir la pulsera. Pero era un vil pretexto.
Me sorprendí, responder como lo hice. Una porque no tengo novia y la otra porque al pensar la excusa vino a mi mente la Derpina (mi gran gran gran delirio amoroso, no correspondido, que ya no he visto y que en parte es la razón de alejarme del DF), que es fan de esas pulseras. Al menos eso creo, pues tiene una colección algo grande.
Si mi plan era ver que sacaba de esta edecán, para que chingados le digo que tengo novia. Y lo peor, la Derpina nunca fue mi novia. Que jodido estoy. Eso sí, a ella le gustan esas pulseras.
Doy pena ajena, me cae, soy un pésimo ejemplo para la comunidad masculina mundial, snif!
Por cierto, soy cero positivo, no tengo VIH.
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