Resumen: Sueños y pensamientos personales
Preludio: Tengo un archivo con entradas que por una u otras razones, no publico en la fecha, este escrito salió de mi mente el 24 de Septiembre del 2012.
La semana pasada tuve un sueño. Pero antes, quiero comentar que mi vida amorosa casi siempre ha quedado sin cerrar círculos. Y sí, este sueño tiene que ver con mi vida amorosa. No fue tan extraño, y más bien muy común. Común en el sentido que no volé, ni conviví con personas ya fallecidas.
Común y no tanto. Resulta que fui a la casa de Black Swan a despedirme, a cerrar ese círculo. Solo que nunca conocí su casa en la vida real, y en mi sueño, su casa era una casa de una familia clase media del DF, es decir, una vivienda que en sus inicios fue bonita y funcional, y hoy solo es funcional. Era una casa con paredes desvencijadas, con pintura opaca y cacariza. Estaban sus hermanos. A esos si los conocí, pero los hermanos de mi sueño no eran los que conozco. Es más solo sabía que eran sus hermanos, pero en realidad no los reconocí, eran pues, unos desconocidos. Pero sabía que eran sus hermanos.
Común y no tanto. Resulta que fui a la casa de Black Swan a despedirme, a cerrar ese círculo. Solo que nunca conocí su casa en la vida real, y en mi sueño, su casa era una casa de una familia clase media del DF, es decir, una vivienda que en sus inicios fue bonita y funcional, y hoy solo es funcional. Era una casa con paredes desvencijadas, con pintura opaca y cacariza. Estaban sus hermanos. A esos si los conocí, pero los hermanos de mi sueño no eran los que conozco. Es más solo sabía que eran sus hermanos, pero en realidad no los reconocí, eran pues, unos desconocidos. Pero sabía que eran sus hermanos.
La vi, y como siempre que la veo, me dio un vuelco el estómago; tan linda, tan ella, con ese cuerpazo de bailarina exótica, y su respingada nariz que tanto me gusta y su chillona voz, que no me cansa y con ese desparpajo, como quien siempre está de buenas. Había una reunión, una fiesta, creo, lo curioso es que ella era la única mujer en mi sueño.
Nos sentamos, en el sofá de la sala de estar; supongo que hablamos, esa parte no lo recuerdo. Pero doy por hecho de que hablamos, porque estaba a punto de marcharme, de levantarme cuando ella, sin mediar palabra alguna, me tomó de la mano. Y la sentí, su mano, tan viva, tan calientita, y suave al tacto, con esos dedos largos que tanto me gustan. Y firme, pero a la vez suave, no dejó que me levantara.
Al contrario, se acurrucó en mi regazo, como tantas veces quise, y me miró con esos ojotes y me sonrió. Y fui inmensamente feliz ¡Por fin lo había conseguido! ¡Por fin había decidido quedarse a mi lado!
Pasamos toda la tarde, así, ella acurrucada en mis muslos; yo sin dejar de mirarla, de recorrer cada vuelta de su torneada complexión, sabiendo lo hermoso que iba a ser de ahora en adelante, de tenerla por fin conmigo.
Y verdaderamente fui muy feliz. Fui tan dichoso que ni siquiera cuando desperté, el contraste con la realidad me quitó ese sentimiento placentero. Mi mente decidió que ya es momento de cerrar círculos, que ya debo empezar de nuevo. Y si no puedo realizarlo en la vida real, lo puedo intentar en el mundo de los sueños. Total, la mente, en ese momento, no distingue sueño de realidad.
Así que ya me siento con mucho menos pena y tristeza. Primero pensé que me estoy volviendo psicótico, es decir, hay una escisión de mi mente; pero no creo, porque estoy consciente que eso que pasó, en realidad no pasó, y que no pasará.
Ahora, analizando el hecho, creo que es la manera con la cual mi cerebro intenta dejar de sufrir, de llorar, de penar. Realizando lo irrealizable, dándole un sentido lógico al asunto. Siendo sin ser. Yo creo que ese es el verdadero poder del ser humano. Trascender a la realidad. Porque después de todo ¿Qué es real? ¿Qué es ficción? Nuestra mente lo decide.
Así pues Black Swan, me despido de ti, con mucho pesar, con lágrimas a punto de salir, deseando lo mejor para ti, para tu vida. Te dije que no me arrepiento de haberte conocido. Ahora lo sostengo.
Así que ya me siento con mucho menos pena y tristeza. Primero pensé que me estoy volviendo psicótico, es decir, hay una escisión de mi mente; pero no creo, porque estoy consciente que eso que pasó, en realidad no pasó, y que no pasará.
Ahora, analizando el hecho, creo que es la manera con la cual mi cerebro intenta dejar de sufrir, de llorar, de penar. Realizando lo irrealizable, dándole un sentido lógico al asunto. Siendo sin ser. Yo creo que ese es el verdadero poder del ser humano. Trascender a la realidad. Porque después de todo ¿Qué es real? ¿Qué es ficción? Nuestra mente lo decide.
Así pues Black Swan, me despido de ti, con mucho pesar, con lágrimas a punto de salir, deseando lo mejor para ti, para tu vida. Te dije que no me arrepiento de haberte conocido. Ahora lo sostengo.
¡Hasta la otra!
2 comentarios:
Uff como puede llegar a doler lo de cerrar círculos, pero a veces hace falta hacerlo y de tajo, mi hermanno.
por otra parte, cuando sueñas y te quedas dudando si fue sueño o neta no es que estés psicótico, es una confusión común. Lo malo es que te la creas.
Hola Ben; veo que has pasado por experiencias similar. Así es, duele, pero tambien te permite continuar.
A mi me sucede que aunque quiera quedarme en el ensueño, no puedo, la realidad golpea con toda su contundencia; digo yo que no tengo la estructura mental para poder quedarme ahi.
Ni hablar.
Saludos!!
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