Y bueno, ya pasó lo que tenía que pasar. Y ganó quien tenía que ganar. Aunque no muchos piensan así. Está bien, ni yo pienso así. El PRI regresa por sus fueros. O más bien por sus bolas. Nuevamente se polariza la sociedad mexicana. Nada nuevo, el sexenio que está por terminar así empezó: con una sociedad vuelta en dos vertientes, los que aceptaban (no necesariamente querían) y los que no que aceptamos.
Hoy, casi seis años después, el moribundo PRI hace apología de la frase “no andaba muerto, andaba de parranda”. Yo creo que se cansaron de ganar y ganar, durante 70 años al hilo. Dejaron 6, para que el pueblo los extrañara y parece que le funcionó. Digo que parece, porque hay muchos indicios de compra de votos, inequidad en la propaganda masiva, inconformidad de los chavos (principalmente conglomerados en el movimiento 132) pero principalmente, me parece, por el pendejismo del populacho. Ni hablar, la democracia no es perfecta, y a veces, como en este caso, ni siquiera inteligente.
Ya veremos que sucede en el corto plazo. Por lo pronto, la violencia sigue más o menos igual, la devaluación también, los problemas sociales se mantienen, el huevo ha subido demasiado, siguen los gasolinazos, ni Molinar Horcasitas, ni Mario Marín aka el “gober precioso”, ni Ulises Ruiz, ni un largo etcétera han recibido castigo, siguen (y por lo que se ve, seguirán) impunes.
El Peje se perfila como el gran perdedor, aunque yo creo que el gran perdedor es el panismo. Tanto que les costó llegar a la presidencia, pero no supieron cómo hacerla. Y el populacho será pendejo, pero no indemne. Me refiero a que ejercieron su voto de castigo, el mismito voto que llevo a la zorra con botas a la presidencia, la primera, al panismo y su mochería (mocho = actitud centrada en el fanatismo religioso, el qué dirán, que se basa en las buenas costumbres y moral, pero que en la práctica hacen exactamente todo lo contrario) a dirigir las riendas de este país.
Doce años les costó para convencer al populo que más vale viejo y corrupto conocido, que nuevo y corrupto industrializado en etapa de conocimiento. En todo el país, me parece que sólo Tamaulipas fue para los panistas (me refiero a la votación presidencial). El resto del norte, para el PRI. Casi todo el centro-sur para AMLO. En realidad tanto PRI, como PRD como PAN mantienen su votación dura, los que hace doce años votaron por el Peje, esta vez volvieron a votar por el Peje. Y así con todos los demás.
Yo propongo que nos separemos, que hagamos México del Norte y México del Sur. Que los chichimecas bárbaros del norte se queden con su pedazo de México y se despedacen a balazos y que nos dejen a nosotros, los centro-sur Mexicanos, descendientes de los mesoamericanos buscar un mejor futuro. Ah, sueños guajiros. Democracia, democracia, gracia del demonio. Democracia, democracia…
Hoy, casi seis años después, el moribundo PRI hace apología de la frase “no andaba muerto, andaba de parranda”. Yo creo que se cansaron de ganar y ganar, durante 70 años al hilo. Dejaron 6, para que el pueblo los extrañara y parece que le funcionó. Digo que parece, porque hay muchos indicios de compra de votos, inequidad en la propaganda masiva, inconformidad de los chavos (principalmente conglomerados en el movimiento 132) pero principalmente, me parece, por el pendejismo del populacho. Ni hablar, la democracia no es perfecta, y a veces, como en este caso, ni siquiera inteligente.
Ya veremos que sucede en el corto plazo. Por lo pronto, la violencia sigue más o menos igual, la devaluación también, los problemas sociales se mantienen, el huevo ha subido demasiado, siguen los gasolinazos, ni Molinar Horcasitas, ni Mario Marín aka el “gober precioso”, ni Ulises Ruiz, ni un largo etcétera han recibido castigo, siguen (y por lo que se ve, seguirán) impunes.
El Peje se perfila como el gran perdedor, aunque yo creo que el gran perdedor es el panismo. Tanto que les costó llegar a la presidencia, pero no supieron cómo hacerla. Y el populacho será pendejo, pero no indemne. Me refiero a que ejercieron su voto de castigo, el mismito voto que llevo a la zorra con botas a la presidencia, la primera, al panismo y su mochería (mocho = actitud centrada en el fanatismo religioso, el qué dirán, que se basa en las buenas costumbres y moral, pero que en la práctica hacen exactamente todo lo contrario) a dirigir las riendas de este país.
Doce años les costó para convencer al populo que más vale viejo y corrupto conocido, que nuevo y corrupto industrializado en etapa de conocimiento. En todo el país, me parece que sólo Tamaulipas fue para los panistas (me refiero a la votación presidencial). El resto del norte, para el PRI. Casi todo el centro-sur para AMLO. En realidad tanto PRI, como PRD como PAN mantienen su votación dura, los que hace doce años votaron por el Peje, esta vez volvieron a votar por el Peje. Y así con todos los demás.
Yo propongo que nos separemos, que hagamos México del Norte y México del Sur. Que los chichimecas bárbaros del norte se queden con su pedazo de México y se despedacen a balazos y que nos dejen a nosotros, los centro-sur Mexicanos, descendientes de los mesoamericanos buscar un mejor futuro. Ah, sueños guajiros. Democracia, democracia, gracia del demonio. Democracia, democracia…
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