Y adoro que llueva, ese constante repiqueteo de la lluvia cayendo sobre árboles, tejados, techos, perros y personas es hipnotizante, me calma, me arrulla, me recuerda lo casi nada que soy. Sobre todo cuando me encuentro en la quietud de mi cuarto, ese pequeño espacio que digo que es mío, aún cuando sé, como todo mundo lo sabe, que en realidad no es mío, que sólo por circunstancias aleatorias me toco estar en estos momentos dentro de él.
Porque por otra parte, esa lluvia tan pertinaz, estando bajo de ella, en plena carretera federal, esa misma que me da tanta calma, en ese momento me dio mucho miedo. ¡Y es que no se ve ni madres! Por mis rumbos llueve con tal furor que parece una cortina de agua, como una cascada. Afortunadamente hoy no me toco accidentarme y llegue con bien a mi hogar, llegue para disfrutar de oír llover.
La lluvia me parece que de ser persona, sería una muy melancólica y depresiva. De ser persona, seguramente se sabría muchas historias que terminan en tragedia. La lluvia además, sería mujer. Porque sólo las mujeres saben ser enigmáticas y prácticas a la vez. Porque su arrullo es como el arrullo de una amante, te tranquiliza, te llena de calma. Sí, en mi mundo, la lluvia es mujer, es plena ¡Imposible abarcarla, imposible contenerla!
Hoy dormiré plenamente, como pocas veces; hoy duermo bajo una lluvia obcecada. Lástima de aquellos que les toca estar en contacto directo con la lluvia, ¡O tal vez no, tal vez son afortunados!
Porque por otra parte, esa lluvia tan pertinaz, estando bajo de ella, en plena carretera federal, esa misma que me da tanta calma, en ese momento me dio mucho miedo. ¡Y es que no se ve ni madres! Por mis rumbos llueve con tal furor que parece una cortina de agua, como una cascada. Afortunadamente hoy no me toco accidentarme y llegue con bien a mi hogar, llegue para disfrutar de oír llover.
La lluvia me parece que de ser persona, sería una muy melancólica y depresiva. De ser persona, seguramente se sabría muchas historias que terminan en tragedia. La lluvia además, sería mujer. Porque sólo las mujeres saben ser enigmáticas y prácticas a la vez. Porque su arrullo es como el arrullo de una amante, te tranquiliza, te llena de calma. Sí, en mi mundo, la lluvia es mujer, es plena ¡Imposible abarcarla, imposible contenerla!
Hoy dormiré plenamente, como pocas veces; hoy duermo bajo una lluvia obcecada. Lástima de aquellos que les toca estar en contacto directo con la lluvia, ¡O tal vez no, tal vez son afortunados!
2 comentarios:
no mames, por mi tierra también es un pedototototote manejar con lluvia!!!
Me reconforta ese sonido. Siempre que no sea sobre láminas
Si es verdad, cuando llueve sobre laminas mas bien parecen pedradas. Y si claro, la lluvia que cae en mi pueblito no podria compararse con la lluvia de la selva.
Tu vivies cerca de la selva lacandona? Tal vez algun vaya a vistar Chiapas. Curiosamente casi no salgo de viajes.
Salu2!
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